Caso ere

El dueño de Uniter se siente víctima de una forma de fianza "malévola"

  • González Mata salió de la prisión el lunes después de que el juez declarase suficiente la garantía hipotecaria por valor de 450.000 euros que presentó el empresario.

José González Mata, dueño de la aseguradora Uniter imputado por los ERE falsos, ha acudido este martes al juzgado tras salir la noche del lunes de la cárcel y ha declarado que fue víctima de una forma de fianza "malévola" pues debía prestarla en metálico pese a tener todas sus propiedades embargadas. González Mata salió de la prisión Sevilla-1, después de que el juez sustituto del juzgado de instrucción 6, Rogelio Reyes, declarase suficiente la garantía hipotecaria por valor de 450.000 euros que presentó el empresario. En contra de la juez titular del juzgado, Mercedes Alaya, la Audiencia de Sevilla rebajó el pasado 8 de agosto la fianza de 600.000 a 450.000 euros de González Mata y además acordó que pudiese prestarse en forma de avales y garantías hipotecarias y no solo en dinero en efectivo.

González Mata ha acudido al juzgado a recoger los documentos de su libertad y ha dicho que él no ha estado en ninguna trama defraudatoria sino que su empresa "es la parte seria y técnica" de los ERE. "En España solo hay seis empresas que se dedican a estas cosas", ha dicho el empresario, y ha asegurado que "no se identifica con las actuaciones" presuntamente fraudulentas que la juez ha detectado en la tramitación de los ERE, porque "no todo el mundo actúa de la misma manera".

González Mata cree que la forma fijada por el juzgado para su fianza fue "malévola" porque le exigieron que fuera en dinero en efectivo pero a la vez le embargaron todas sus propiedades y bloquearon sus cuentas. Por ello, el abogado del empresario denunció en junio pasado que ese bloqueo de cuentas les impedía hacer frente a sus obligaciones corrientes, entre ellas las tributarias y el pago de los sueldos a las 25 personas que trabajan en sus empresas Uniter y Cureña.

González Mata, que ingresó en prisión el pasado 18 de junio, ha afirmado que a partir de ahora va a volver a trabajar de inmediato desde sus oficinas de Jerez de la Frontera (Cádiz) y no se va a tomar días de descanso "después de dos meses de vacaciones forzosas". Ha lamentado también el trato recibido en su paso por prisión pues ni siquiera pudo salir para acompañar a su esposa, intervenida quirúrgicamente de un cáncer. Con la salida de la cárcel del empresario jerezano quedan en prisión otros tres del centenar de imputados por los ERE: el ex sindicalista Juan Lanzas y los directivos de la aseguradora Vitalia Eduardo Pascual y María Vaqué, que podrían salir si depositan fianzas de 450.000 y 600.000 euros.

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