El joven acusado de causar un grave incendio en un inmueble de la calle Darrillo de la Magdalena de Granada tras rociar gasolina en la puerta del domicilio de su cuñado, Antonio M.S.M., aseguró ayer en la Audiencia que sólo pretendía darle "un susto" por "llevar años maltratando" a su hermanastra. Una peligrosa acción que se convirtió en una trampa mortal para tres de los amigos que le acompañaban aquella noche del 29 de julio de 2007.
El chico, que se encuentra en situación de libertad provisional, se declaró así inocente del delito de incendio por el que el fiscal solicita que se le imponga una elevada pena: diez años de prisión por haber creado "un grave peligro" tanto para la vida de su cuñado como para la del resto de moradores del edificio, de cuatro plantas. Según el acusado, la noche de autos decidió, junto con otros cinco chicos amigos suyos -varios de ellos menores de edad-, dar"un escarmiento" a su cuñado. Estaba, según dijo, "harto" de los "insultos" que éste le dirigía.
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