El Arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, afirmó ayer que sus palabras en la homilía del pasado 20 de diciembre sobre el aborto han sido "malinterpretadas" y se ha posicionado en contra de cualquier tipo de maltrato contra la mujer, después de que comparara la interrupción del embarazo con un genocidio y opinara que su práctica da a los varones "licencia sin límites" para "abusar del cuerpo" de las féminas.

Martínez dijo que con estas palabras no quiso ofender "a los fieles y personas de buena voluntad", ya que el objetivo de su homilía fue "exponer la indignidad que supone que una sociedad no proteja a los más débiles y desfavorecidos, a los que no tienen ningún medio para defenderse: los no nacidos".

Concretamente, monseñor dijo el pasado 20 de diciembre que "matar a un niño indefenso, y que lo haga su madre" da a los varones "licencia absoluta, sin límites de abusar del cuerpo de la mujer porque la tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras, ni todas las técnicas conocen el remedio".

Estas palabras han desembocado en la creación en la red social Facebook de varios grupos de detractores, entre los que destaca uno que acumula 22.811 miembros bajo el nombre, Que la justicia actúe contra el Arzobispo de Granada.