Andalucía

La mujer asesinada en Cádiz sorprendió robando en su casa a los agresores

  • La Policía detiene a un tercer joven implicado en el crimen y halla cerca de su casa las llaves de la vivienda de su víctima

La Policía tiene ya prácticamente cerrada la investigación del brutal asesinato de Mercedes Tello, la mujer de 54 años que fue hallada cosida literalmente a puñaladas el lunes al mediodía en su casa en la barriada de Guillén Moreno de Cádiz. Como supuesto autor se vislumbra David R.S., el joven que fue detenido en torno a las 19:00 del martes. Apodado El Kiki, de unos 20 años, y vecino de la víctima -vive justo un piso más abajo-, habría confesado ser el autor del crimen, implicando a otros dos jóvenes: El Puche, que fue detenido pasadas las 21:00 del lunes en el bar Casa Santi, en la avenida San Severiano, y a su propio primo, Enrique R., que fue arrestado ayer por la mañana en su casa, ubicada en la cercana barriada de España.

Todos los indicios y las pruebas recabadas hasta ahora apuntarían a que Mercedes sorprendió a sus asaltantes de madrugada en su casa, a cuyo interior habían accedido con la única intención de robar. Los testimonios aportados por vecinos que escucharon ladrar a los dos perros de la víctima sobre las tres de la madrugada del pasado lunes, habrían centrado la hora del crimen.

La hipótesis más probable es que accedieran al interior de la casa de la mujer, que estaba sola al encontrarse su marido de viaje en Madrid, con unas llaves de la casa. Ayer por la mañana un juego de llaves del domicilio de la víctima aparecía en las inmediaciones de la casa del tercer implicado.

Al cierre de esta edición, la Policía aún no tenía muy claro si efectivamente El Puche había tomado parte en el crimen o no. No albergaba dudas en cambio de la participación de los primos, de David y de Enrique.

En el caso de El Kiki, su confesión estaría más que justificada: su rostro sería toda una prueba. Y es que, bajo su ojo izquierdo, tenía varios arañazos que a los vecinos del barrio, al preguntarle, les habría dicho que se los había hecho "una niña".

Su origen, en cambio para la Policía es otro: son lesiones de autodefensa. De hecho, durante la autopsia, los forenses habrían recogido restos de piel en las uñas de Mercedes, que habrán ahora de cotejarse con el ADN del joven que finalmente se derrumbó, confesando y delatando a sus supuestos cómplices.

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