El jurado popular consideró ayer culpable de asesinato a Manuel G. R., de 28 años, que el 12 de septiembre de 2006 disparó a su ex novia en Rute, lo que le provocó heridas por las que falleció tres años después. El tribunal, además, consideró cooperador necesario a Manuel R. G., su amigo, quien le prestó el arma del crimen. El veredicto descartó de esta manera que el autor material se encontrara afectado por un trastorno mental transitorio o que padeciera desde su infancia una alteración de la percepción, como sugería su abogado defensor, y que el cómplice no estuviera al tanto de lo que ocurrió.

El suceso se desencadenó sobre las 21:00 de aquel día. El tribunal consideró probado que, una vez terminada su jornada de trabajo como albañil, el procesado se dirigió al centro de menores en el que la víctima, Carmen Romero, residía, pero no pudo hablar con ella porque había salido. "Celoso" porque sospechaba que había iniciado una relación con otro joven, Manuel G. R. se dirigió en su vehículo al domicilio del otro procesado y le pidió que le dejara la escopeta y unos cartuchos. Sobre las 22:30, ambos regresaron al centro de menores, donde esperaron a la víctima durante una hora. El asesino vio cómo Carmen y una amiga salían del domicilio de un vecino. Las jóvenes se dirigieron a Manuel G. R., que le pidió a su ex que le devolviera un móvil que le había regalado. La chica le dijo que la "dejara tranquila", y él le respondió con una sentencia amenazadora: "O eres para mí o no eres para nadie". "Corre, puta, que te mato", añadió. Acto seguido, mientras las chicas corrían en dirección al centro, el asesino disparó tres veces a la vícitma.