La investigación abierta tras la muerte la noche del miércoles de una mujer carbonizada en un vehículo en Motril, que no presentaba síntomas de violencia, se centra en averiguar si la fallecida es la dueña del coche.
El vehículo siniestrado está matriculado a nombre de Celia T.R., cuya desaparición fue denunciada hace unos días por sus padres, residentes en San Roque. La mujer, de 44 años, se encontraba en tratamiento psicológico.
El cuerpo quedó irreconocible, por lo que un análisis de ADN determinará su identidad. La fallecida llegó a la ciudad granadina el miércoles y, según el testimonio de los pescadores que había en ese momento en el lugar, estaba sola y había extendido previamente sobre el coche algún líquido, se desconoce si gasolina.
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