El partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD) presentó ayer su programa para las elecciones autonómicas del 25 de marzo, en el que destacan casi un centenar de medidas tendentes a la reforma de la administración. El adelgazamiento que propone UPyD raya en la anorexia. Este partido, que estrena candidatura al Parlamento andaluz y al que una proyección de los resultados de las generales le daría entre uno y cuatro diputados (posible llave de gobierno), apuesta por devolver al Estado, entre otras, las competencias de sanidad, educación y justicia como una manera de conseguir la igualdad entre todos los territorios y la optimización de los servicios.

No obstante, el discurso de UPyD no atenta al Estado autonómico, defendió el candidato a la Presidencia de la Junta, Martín de la Herrán, sino que lucha contra los excesos que se han cometido. Así, en un gobierno de UPyD, que no tendría transferidas estas competencias, sino cotas de gestión, los costes políticos de la Administración serían mínimos, "además de no tener a nadie que colocar en comparación con PSOE y PP", alardeó.

UPyD reduce de trece a ocho las consejerías y de 12 a sólo uno los delegados de la Junta en cada provincia, deroga el decreto por el que se aprobaron las agencias, y elimina órganos "superfluos" como consejos de administración o consultivos, oficinas en el exterior, la Cámara de Cuentas, la publicidad institucional y el cobro de dietas, además de la policía autonómica. UPyD también aboga por eliminar las diputaciones y fusionar municipios de menos de 5.000 habitantes,.

El partido tiene 2.000 afiliados en Andalucía y entre sus candidatos abundan "profesionales liberales". El candidato Martín de la Herrán es abogado, tiene 35 años y es "el único candidato que sabe hablar idiomas (inglés, francés e italiano)", según le elogió la número dos por Sevilla, Isabel Ceballos. Herrán aseguró que respetarán la lista más votada, pero sin pactos, sólo acordarán "políticas concretas".