Muchos dan por hecho que el mejor aliado que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tiene para no convocar elecciones anticipadas es el socialista Juan Espadas. Aunque fue elegido candidato a la Presidencia por las bases del PSOE antes del verano, el escaso nivel de conocimiento que aún proyecta en Andalucía le llevaría a seguir apoyando proyectos de ley del Gobierno andaluz para no visualizar el bloqueo parlamentario que el PP consideraría necesario para disolver la Cámara. Es posible que haya sido así, aunque fuentes socialistas sostienen que Espadas ya se encuentra preparado para afrontar la campaña electoral, que ha puesto orden hasta en las direcciones provinciales más complicadas del PSOE y que el fin de semana pasado inició en Granada su precampaña.

"Desde del 15 de enero ya no nos preocupa", explican estas fuentes sobre el posible adelanto. Opinan que mayo o junio son las fechas probables, pero ya no les inquieta que fuese marzo o abril. Entre la convocatoria, que es una potestad del presidente, y la celebración deben pasar 54 días.

El PSOE cree que la candidatura de Macarena Olona por Vox restará muchos votos al PP, de ahí que vean posible quedar primeros

Juan Espadas le ha marcado a su equipo dos objetivos electorales: superar la cifra de parlamentarios que obtuvo Susana Díaz, que es un hito asumible, y ganar en votos al PP de Juanma Moreno, lo que no deja de ser una apuesta arriesgada si se considera que ningún sondeo da la victoria a los socialistas. La ex presidenta de la Junta obtuvo en diciembre de 2018 un total de 33 escaños, el peor resultado de la historia del PSOE-A, respaldado con apenas un millón de votos. En las elecciones generales que se celebraron meses más tarde, las dos de 2019, el PSOE sumó en Andalucía 400.000 votos más. En esas dos ocasiones fue el partido más votado.

Espadas ya ha formado un equipo en la sede de San Telmo, y la próxima semana comenzará una ronda por todas las provincias andaluzas, donde irá explicando cuáles serán sus líneas básicas en la campaña y cuáles los objetivos electorales.

El cálculo que se hace en la actual dirección socialista adolece, sin embargo, de un error de planteamiento. Es posible que, en efecto, Susana Díaz fuese castigada por el electorado socialista andaluz, y de ahí que premiase meses después a Pedro Sánchez en las generales, pero la diferencia de poder con respecto a 2018 es notable: ahora es el PP el que gobierna en la Junta, una extensa empresa donde sus trabajadores han comprobado que Juanma Moreno no ha recortado la plantilla ni tiene intención de hacerlo. Ni en la administración general ni en el sector auxiliar. Gobernar siempre da varios puntos de ventaja a quien sale a competir en unas elecciones.

Juan Espadas quiere centrar la campaña electoral en los problemas de atención de la sanidad

Aun así, fuentes socialistas sostienen que la desintegración de Ciudadanos dejará 21 escaños para repartir y ofrecerá al PSOE la oportunidad de mejorar la marca de Susana Díaz, por lo que es posible superar la cifra de los 35 escaños para acercarse a los 40 parlamentarios.

Más difícil parece que el PSOE gane en votos, aunque "sea por uno", al PP de Juanma Moreno. El presidente de la Junta está situado por encima de la marca del PP, se ha labrado una imagen de moderado que es apreciada por la opinión pública en general y bastaría que se ganase al voto de centro para que venciese en número de votos. No sería la primera vez, ya Javier Arenas en una ocasión y Mariano Rajoy, en dos, ganaron en votos a los socialistas en Andalucía.

No obstante, según se apunta desde el PSOE, el problema que puede tener el PP es la división de las derechas y, en concreto, el bocado que le pueda dar Vox si, tal como parece, Macarena Olona es su candidata. Los antecedentes electorales de Vox no permiten hacer un cálculo cierto. En las autonómicas de 2018, los de Abascal obtuvieron casi 400.000 votos, pero meses después, en las generales, sumó otros 400.000 más. PP y Vox quedaron muy igualados, y ése es el escenario con el que los socialistas creen que podrían ganar en votos a Moreno.

La experiencia aconseja tratar con extrema desconfianza este tipo de cálculos antes de que las elecciones sean convocadas, pero lo que indica esta reflexión socialista es que Espadas se encuentra preparado para ir a unas elecciones. Es probable que el PSOE aún apruebe alguna ley en el Parlamento, como la de economía circular, que no cuenta con el apoyo de Vox, pero eso no significaría, según las mismas fuentes, que se quiera eludir el adelanto, sino que la nueva estrategia que ha marcado Espadas es la de respaldar iniciativas si estima que son sensatas.

El PSOE cree que el Gobierno de Juanma Moreno comienza a notar un desgaste por la situación de la Atención Primaria en esta sexta ola del Covid. Las colas en los centros son diarias y el atasco tan evidente que es matizado, pero no negado, por la Consejería de Salud. Esta misma semana se vio cómo Moreno reaccionaba ante la petición de que Jesús Aguirre compareciese en el pleno del Parlamento: con un adelanto electoral. Una fuente socialista considera que lo que, realmente, puso "nervioso" a Moreno no fue eso, sino que los alcaldes del PSOE hayan creado una plataforma para expresar su malestar por la situación de la sanidad pública.

El Gobierno del PP cuenta con cifras que demuestran que el gasto sanitario, tanto en personal como en inversiones, es ahora muy superior a la última legislatura de Susana Díaz. El pasado sigue siendo un buen acompañante de campaña para Juanma Moreno. El PSOE intentará centrar la campaña electoral en los asuntos sanitarios y el PP, en su gestión en contraposición con los años socialistas.

De hecho, tanto el PP como el PSOE calculan que la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso ERE puede conocerse en mayo o junio, justo en la campaña electoral. Esta decisión judicial afecta de lleno a los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Para el PP, sería un buen argumento de campaña si es negativa para ambos.