Política

El café de Zoido y Beltrán en Ochoa

  • El ex alcalde y el candidato a la Alcaldía escenifican la concordia en una cafetería del centro

Beltrán y Pérez toman café en Ochoa

Beltrán y Pérez toman café en Ochoa / M. G. (Sevilla)

LAS encuestas vaticinan un descalabro para los del PP andaluz el próximo 2 de diciembre, aunque en el equipo de Moreno Bonilla sigan soñando con los peces de colores y nos manden mensajes a primera hora de la mañana para afearnos las encuestas sin ni siquiera darnos los buenos días. Algunos señores de la derecha de hoy no hacen honor a los colegios privados que les fueron pagados por sus padres, que diría el genial Antonio Rodrigo Torrijos. Primero se saluda y después se embiste, que siempre conviene distinguirse de la izquierda desaprensiva. Perdemos las formas y después nos quejamos de que Vox llena el Palacio de Congresos.

La apuesta por Zoido como número uno por Sevilla al Parlamento de Andalucía ha sido un premio para el ex alcalde, según algunos observadores independientes (tururú), pero no genera entusiasmo alguno porque, no nos engañemos, las siglas del partido no son ahora ningún aval, el ex alcalde tiene cara de Viernes Santo (tarde) y maldita sea la hora en que lo colocaron en el envenenado primer puesto.

La gaviota juega en contra. Ni Zoido ni nadie puede asumir la titánica tarea de levantar los ánimos de un electorado que hoy se desayuna con las grabaciones de Villarejo, mañana con la dimisión de Cospedal y pasado, el otro y el de más allá con el avance de Ciudadanos en las encuestas. Pero todo partido tiene derecho a salvar los muebles antes de reclamar al seguro.

Y en eso están interesados todos, sean de un bando o de otro en el conflicto interno que (pulgas añadidas) lastra la formación en Sevilla desde la celebración del congreso provincial, sobre todo porque los que perdieron no asumen la derrota y pretendieron durante meses ganar en los despachos –ay, qué despachos más peligrosos– aquello que se les fue por el sumidero de las urnas. Parece que el PP tendrá que tocar fondo en las inminentes autonómicas para comenzar la remontada con vistas a las elecciones municipales de mayo.

Hacen bien Juan Ignacio Zoido y Beltrán Pérez en sentarse a tomar un café en Ochoa en esta campaña electoral donde se aprecian demasiados nervios, un exceso de tensiones y unas evidentes ganas de labrar una concordia de diseño. Hacen muy bien porque uno fue alcalde y el otro su teniente en aquellos cuatro años de los 20 concejales que perdimos. La cuestión es que ya no hay café que arregle el desaguisado, no hay emparedado de pavo trufado que anime la fiesta, ni se sirve un batido de helado que pueda encender los ánimos. Sólo toca esperar a la noche del 2 de diciembre. ¿Recuerdas, Juanma, cuántos miembros del PP de Sevilla estuvieron en tu noche electoral de 2015 en el Hotel Meliá? Sobran los dedos de una mano para contarlos si quedaran ganar de tener memoria.

Los tiempos juegan, otra vez, en contra del PP andaluz. A Moreno le tocaron las primeras autonómicas recién llegado al cargo. “Juanma, tú lo has querido”, dijo Rajoy en aquella frase premonitoria. Y las segundas le han sorprendido también con adelanto y con los muchachos de Casado desbrozando de cospedalistas este Sur donde los niños de diez años tienen el nivel académico de los de ocho. Para las municipales de mayo queda una eternidad. Pero el 2 de diciembre se viene encima como un temporal en Tenerife que se lleva los balcones por delante. No sabéis cuándo ni cómo. Pero la ola viene. Lo que tenga que ser que sea, que nos coja en paz con el prójimo y con el café tomado. Aunque Beltrán pida mejor una infusión y Zoido se levante a por el segundo azucarillo y para saludar a la dueña.

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