Han pasado treinta años desde aquel 28 de febrero en el que Andalucía conquistó su autonomía. Muchos andaluces lo recuerdan con nitidez. Manifestaciones, ilusión, lucha, libertad, alegría y ansias de un futuro mejor eso es lo que tienen en su memoria, igual que quienes ayer fueron los galardonados con las medallas y las distinciones de Hijo Predilecto de Andalucía. Porque aquel día fue "algo grande". Como dijo el presidente del TSJA, Augusto Méndez de Lugo, se dio por terminada aquella "Andalucía profunda" y nació una nueva que ha experimentado una "transformación total" en lo político, social, cultural y económico.

Pero el tiempo y los cambios no significan olvido. Dos de los galardonados miraron tres decenios atrás para homenajear a quienes salieron a la calle entonces. Pero uno de una manera muy emotiva. Miguel Fuentes, escultor malagueño, estaba en la cabecera de aquella manifestación. Aquella marcha en Málaga en la que unos "provocadores" desataron una bronca que acabó en disparos. Los que acabaron con la vida de José Manuel García Caparrós, mientras él corría y se refugiaba con otros manifestantes en un portal. Ayer lo tuvo claro, además de su orgullo por un premio del que quiso hacer partícipes a todos los escultores, también se lo dedicó a aquel joven.

Quien estaba en la plaza Nueva de Sevilla el mismo día y por la misma causa, y también conmocionado por lo de Caparrós, era el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla Jesús Maeztu. Hoy echa de menos aquella sociedad que salía a la calle, que se movilizaba por lo que era bueno para todos, pero cree que ese espíritu reivindicativo sigue latente a pesar de la "pérdida de ideología" por la "cultura de lo instantáneo". Todo depende de si se acierta o no con la causa por la que reivindicar.

A otros el calendario les cogió investigando o estudiando en la universidad, dirigiendo un hotel, lejos de Andalucía o actuando por los escenarios internacionales con canciones de un disco blanco y verde llamado Bandera de Andalucía, como José Mercé. Pero todos tienen la misma impresión: los andaluces reaccionaron entonces. Como ahora deben hacer y con "creatividad" ante una crisis que puede ser "educativa" porque, como apuntó el sobrino de la Hija Predilecta Doña Paquita, César Torres, se debe aprovechar no para "quejarse", sino para "producir mejor".