Andalucía

La mujer muerta en Sevilla declaró que vivía "sin ningún problema" con su esposo

  • Cristina M. R., la joven de 29 años apuñalada 11 veces por su marido, alegó ante la juez que en 2006 recogió su primera denuncia que convivía con normalidad con su presunto asesino.

Cristina M. R., la joven de 29 años muerta a manos de su esposo en su domicilio familiar de la calle Cigüeña, en Sevilla, antes de que éste se arrojara desde un cuarto piso, había alegado ante la juez que en 2006 recogió su primera denuncia que convivía "sin ningún problema" con Pedro C. M., negándose así a ratificar la denuncia que previamente había formulado en su contra el 8 de abril de 2005 en cuanto a los "puñetazos, bocados y agarrones de pelo" que el supuesto verdugo le habría propinado aquel día.

Según la sentencia emitida en 2006 por el juzgado de lo Penal número 13 de Sevilla, el 8 de abril de 2005 Cristina M.R. denunció a su esposo y posterior verdugo, Pedro C.M., por "puñetazos, bocados y agarrones de pelo", lo que dio lugar a la apertura de diligencias y la celebración de una vista oral en la que el fiscal había calificado los hechos como delito de lesiones en el ámbito familiar, solicitando tres meses de cárcel contra Pedro C.M., así como seis meses de alejamiento sobre su cónyuge.

No obstante, el juez consideró que los hechos denunciados "no han quedado suficientemente acreditados", pues el acusado sólo reconoció que ambos mantuvieron una discusión y la denunciante no ratificó su acusación en la vista oral, en la que se acogió a su derecho de no declarar contra su marido y alegó que convivía con él "sin ningún problema".

Posteriormente, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a través de un comunicado, el 22 de junio de 2008 Cristina M.R. volvió a denunciar a Pedro C.M. por "amenazas de muerte, insultos y malos tratos", caso registrado en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Sevilla el día 23 de junio. Un día después, el día 24 de junio, se citó a la víctima para la comparecencia, a la que acudió con asistencia letrada pero nuevamente se negó a declarar contra su marido, renunciando incluso a la orden de protección solicitada el día previo porque "quería continuar su vida en común" con quien luego fuera el supuesto autor de su muerte.

Dado el testimonio, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Sevilla sobreseyó el asunto por renuncia de la víctima. Además, el Ministerio fiscal no recurrió ni interesó diligencias de investigación. Tras los hechos acontecidos ayer en el domicilio familiar de la calle Cigüeña, desde cuya cuarta planta se arrojó al vacío el supuesto agresor, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 de Sevilla, que se encontraba en funciones de guardia ayer, ha recogido las diligencias, si bien esta instancia judicial se inhibirá en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno al ser el que había recogido esta última denuncia. 

Recibió 11 puñaladas en cuello, pecho y brazos

La víctima recibió 11 puñaladas en el cuello, el pecho y los brazos. Fuentes cercanas a la investigación explicaron que la víctima, que podría llevar entre 14 y 20 horas muerta cuando los efectivos policiales llegaron a la vivienda del suceso en torno a las 16:00 del martes, se encontraba tumbada en la cama con numerosas cuchilladas en el cuerpo, algunas de ellas en los brazos, probablemente derivadas de la resistencia que mostró la joven ante el ataque de su agresor.

Por su parte, el presunto parricida, Pedro C.M., que se encuentra ingresado en estado "muy grave" en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, alertó al Servicio de Emergencias del 112 de que había matado a su mujer y de que iba a tirarse por la ventana de su vivienda.

Así las cosas, el sujeto se lanzó al vacío a la altura del número 46 de la calle Cigüeña, desde donde tuvo que ser trasladado al citado centro hospitalario con traumatismos torácico, abdominal y pélvico, además de una rotura del bazo y fracturas costales, de escápula, de tibia y de fémur como consecuencia del impacto protagonizado contra el asfalto.

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