Andalucía

La población extranjera se duplica en cuatro años y supera el medio millón

  • El proceso de regularización en 2005 y la entrada en 2007 de Rumanía y Bulgaria en la UE elevan a cifras inéditas el número de residentes foráneos · La marroquí sigue siendo la comunidad más numerosa

3.900.000

El fenómeno de la inmigración va más allá del drama de las llegadas de pateras y ofrece múltiples caras, tantas como personas que emigran. El reto de integrar la cultura autóctona con las que proceden de otros territorios pasa por resolverse a modo de cubo de Rubik: componiendo un modelo articulado con múltiples combinaciones de colores.

En Andalucía, los ciudadanos nacidos en otros países representan ya el 6,3 por ciento de los ocho millones de habitantes. Prueba de que los extranjeros vienen para quedarse es que compran una de cada siete viviendas, son padres de uno de cada diez niños y uno de cada seis emprende su actividad por cuenta propia.

El salto cuantitativo de población extranjera en los últimos cuatro años deja como balance que, por primera vez, Andalucía cuente con más de 500.000 personas originarias de otras naciones.

Sólo Cataluña (860.575), Madrid (712.011) y la Comunidad Valenciana (517.408) tienen más extranjeros y, entre las tres, concentran el 53,5 por ciento del total nacional.

Andalucía siempre ha sido uno de los principales destinos migratorios, pero en este cuatrienio se ha incrementado el número de personas con autorización de residencia en un 141 por ciento. De éstos, el 50, 2 por ciento son de régimen general y el 49,8 por ciento ciudadanos comunitarios.

El proceso extraordinario de regularización en 2005 se encuentra entre una de las causas para explicar el incremento de población extranjera. Fuentes del Ministerio de Trabajo estiman que, desde la finalización del proceso, los datos de autorizaciones de residencia son más fiables para conocer la población foránea que habita en una determinada comunidad que las cifras del padrón.

Las mismas fuentes argumentaron que el padrón ofrece números superiores porque contiene datos de población flotante, como aquellos que vinieron en un contingente de trabajadores y no se dieron de baja al regresar a su país.

El Ministerio de Trabajo rechaza asimismo que restando las autorizaciones de residencia y las cifras del padrón se pueda conocerla cuantía de inmigrantes irregulares.

Otra variable a tener en cuenta es la entrada en la Unión Europea desde el 1 de enero de 2007 de los ciudadanos de Bulgaria, que ha quintuplicado su población residente en la comunidad y, sobre todo, Rumanía, que ha multiplicado por doce su presencia.

Si habitaban en Andalucía 5.6915 rumanos con autorización de residencia al empezar 2004, ahora son 78.528, circunstancia que les ha aupado a la segunda nacionalidad foránea más numerosa, tras los marroquíes.

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