El emblema más reconocible de Podemos, la consulta de las decisiones a sus seguidores, sobrevino ayer al escenario de la negociación para la investidura de la candidata del PSOE, Susana Díaz, como presidenta de la Junta. La secretaria general de la formación, Teresa Rodríguez, confirmó a los periodistas el debate interno para convocar un referéndum si la posición de Podemos varía del no rotundo actual hacia la abstención, giro todavía improbable a tenor de las respuestas que ha encontrado de la dirigente socialista a sus exigencias: no de Díaz a la profesionalización de la Administración andaluza con funcionarios en cargos que ahora ocupan políticos y nada sobre la retirada de cuentas bancarias a entidades financieras que ejecuten desahucios.

El ingrediente adicional de la consulta a las bases dificulta todavía más la vía de que Díaz sea presidenta por la abstención de Podemos (unida a la de Ciudadanos).

"Si hubiera un cambio, que no será de aquí al viernes (cuando habría una segunda votación), igual sí se piensa en consultar", declaró Rodríguez a los periodistas a la salida del plenario. La portavoz abrió un melón que la dirección nacional ni siquiera pensaba sembrado. Hay diputados que piensan que los inmaduros estatutos de Podemos obligan a una consulta a decisiones, como los pactos, y entienden que una abstención a Susana Díaz es un paso similar. Rodríguez alentó que se estudien esas demandas.

De nada valdrían entonces los arrebatos de la candidata socialista para que Podemos le permita gobernar. "No le estoy pidiendo que me apoye, sino que me permita formar gobierno", dijo. "Espero que en la escuela, al igual que la diferencia entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, le enseñasen que para que haya oposición debe haber gobierno", añadió.

Podemos continúa atrincherado en sus exigencias, que caen en saco roto. Díaz dijo que no comparte el modelo de administración pública de Podemos, que quiere conocer el número de cargos de confianza para hablar de porcentajes de recorte. Díaz se remitió a sus propuestas de lucha contra los desahucios sin alusión a eliminar la cuenta corriente con bancos que ejecuten desahucios.

Tampoco Teresa Rodríguez encontró respuesta a su propuesta de elegir por primarias a los senadores por representación autonómica, el embrión para que una periodista le preguntase por si llevará a consulta popular la investidura de Díaz, opción que deja el acuerdo a una distancia sideral.