Ya ni siquiera es válido ni el renovarse o morir. El perfil agresivo de la crisis actual no permite ni una revisión del modelo anterior de concertación social, no sirve. Hay que abrirlo en canal y ver si queda algo útil dentro. Lo ha dicho ya en más de una ocasión la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que hoy transmitirá a los agentes sociales -patronal y sindicatos mayoritarios- un cambio radical y en profundidad en la estrategia para la recuperación económica. Díaz, que aprovechó la conmemoración del 28-F para resaltar que la prioridad es la creación de empleo, no dudó en afirmar que ese objetivo ya no puede estar condicionado "por instrumentos ni criterios del pasado".

La novedad empieza por los rostros. Hoy, en el Palacio de San Telmo, dos de sus interlocutores se estrenan en el encuentro con la máxima autoridad autonómica: Javier González de Lara (CEA) y Carmen Castilla (UGT). Sólo repite el secretario general de CCOO, Francisco Carbonero. Con los tres se entrevista esta mañana Díaz, con la intención de "compartir y acelerar la estrategia para la recuperación económica de Andalucía", según informó ayer al término del Consejo de Gobierno el portavoz, Miguel Ángel Vázquez.

Las reuniones, por separado con cada uno de los dirigentes, se enmarcan dentro de un calendario de "aceleración y de compartir" también muchos elementos que el Gobierno autonómico está poniendo sobre la mesa para la recuperación económica, entre los que se incluye el impulso del diálogo social, donde tendrán un papel importante lo agentes sociales y económicos "clásicos", empresarios y sindicatos, mientras que también tendrán "voz" otros nuevos actores.

Vázquez destacó que en la estrategia de recuperación económica que impulsa el Ejecutivo andaluz, ya hay elementos en los que se está trabajando y que persiguen contribuir a ese cambio de modelo productivo. En el seno del Ejecutivo reina la confianza en que fruto de estas reuniones también se vaya perfilando un calendario de cara al nuevo acuerdo de concertación social. El último, del que se dejó de tener noticias hace tiempo, debido a su estado comatoso, se firmó en 2009. De los firmantes de aquel pacto sólo queda en su cargo Carbonero: José María Griñán dejó el sillón presidencial a Susana Díaz; Manuel Pastrana salió de UGT dejando al sindicato naufragando en la tormenta de la corrupción y Santiago Herrero pasó el mando de la patronal, que pasa por dificultades económicas y es investigada por los desfases detectados en unas VPO, a Javier González de Lara.