Tras dos ejercicios a la baja, el Gobierno andaluz quiere cerrar esta legislatura con unos presupuestos autonómicos en positivo. Amparándose en una previsión de crecimiento económico "prudente" del 1%, en una subida de impuestos en términos de progresividad y apurando hasta el último céntimo el límite de endeudamiento del 1,3% del PIB impuesto por el Gobierno central, las cuentas para 2012 crecerán en un 1,2%, situándose en los 32.072 millones. Una barrera que aún queda lejos de los casi 34.000 millones de 2009, momento a partir del cual lo único que hubo fueron caídas presupuestarias: una primera del 0,1% para 2010, y la segunda de 6,1% para el ejercicio que está a punto de cerrarse. La lectura de estos nuevos presupuestos está en, como ayer explicó la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, que "el ajuste duro ya está hecho" y ahora es el momento de despegar, con las miras puestas en el camino de la lenta recuperación económica. 

Este crecimiento de 390 millones respecto a este ejercicio tiene su principal razón en la recaudación que se prevé de 227 millones para 2012 a través de la modificación de algunos impuestos. Desde la idea de que pague quién más tiene, y siguiendo así la directriz marcada por el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, la Junta ha decidido, dentro de sus competencias, incrementar en un 10% los tipos para quienes tengan un patrimonio por encima de los 700.000 euros. En el caso del impuesto de sucesiones y donaciones, se incrementará un 4% en las herencias por encima de los 950.000 euros. También se elevará del 16% al 16,9% el impuesto a los vehículos altamente contaminantes, motos náuticas y quads, y del 13,2% al 13,8% los buques de recreo y avionetas. 

Frente a estas subidas, se verán beneficiados familias monoparentales, jóvenes, autónomos, empresas y discapacitados que tendrán rebajas en impuestos sobre actos jurídicos documentados -entre el 0,1% y el 0,3%- y transmisiones patrimoniales, y seguirán vigentes las deducciones en el tramo autonómico del IRPF. Tampoco se tocarán los cinco céntimos por las bolsas de plástico, a pesar de estar previsto su incremento a 10 céntimos, por la sencilla razón de que la medida ha surtido efecto al reducirse su consumo un 80%, y al no tener carácter recaudatorio pero sí medioambiental, se ha mantenido para afianzar comportamientos. 

El segundo pilar para este presupuesto al alza está en el endeudamiento. De acuerdo con el compromiso de estabilidad fiscal, el Ejecutivo autonómico intentará obtener el máximo de recursos posibles de ese 1,3% del PIB, a pesar de seguir siendo crítico con esta limitación. Andalucía tiene que cumplir esta imposición por igual para todas las comunidades, cuando es una de las que tiene el nivel de endeudamiento más bajo del país. La media andaluza es de 1.610 euros de deuda por habitante (9,3 ratio deuda/PIB), que quedan muy lejos de los 2.834 euros de media nacional (12,4 deuda/PIB), y de algunas comunidades, como Cataluña o Valencia, que tienen una deuda por habitante de 5.113 y 4.020 euros, respectivamente. 

Esta previsión para 2012, sin embargo, no deja de estar marcada por un entorno de incertidumbre financiera. Y no sólo a nivel europeo, sino también a nivel nacional, porque este capítulo de ingresos que se presentó se sostiene en la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de este año, consecuencia directa de la próxima cita electoral del 20 de noviembre y del cambio de gobierno que pueda deparar. Esta situación "peculiar", lejos de ser un impedimento como están argumentando en las comunidades del PP para no redactar sus presupuestos, para el Gobierno andaluz no ha supuesto mayor ejercicio de previsión que el que se realizó durante los ocho años de gobierno del PP. Como recordó Martínez Aguayo, ahora no tienen menos información que entonces y había que hacerlos por estabilidad y por no hacer dejación de responsabilidades ante los ciudadanos y las empresas, algo que sí están haciendo otras comunidades a las que llegó a acusar de "insumisión constitucional". 

A pesar de que lo que tocaba era exponer la envolvente financiera y el estado de los ingresos de este anteproyecto de Ley de Presupuestos de 2012, Martínez Aguayo adelantó que las prioridades en el gasto serán la educación, que mantendrá su peso respecto al PIB, y las prestaciones sociales, que "no se reducirán". Se seguirán apoyando a los ayuntamientos y a los sectores productivos y la colaboración público- privada en aras a la creación de empleo, algo en lo que el Gobierno andaluz esta vez no se ha querido mojar. Frente a ocasiones anteriores en las que se generaron expectativas con cifras -se fijó para 2011 la creación de 25.000 nuevos puestos de trabajo- se ha optado por la prudencia y dejarlo en que simplemente no habrá destrucción de empleo o en un "tal vez un crecimiento moderado".