Andalucía

Los sanchistas proponen renovar el liderazgo del PSOE andaluz y que no sea personalista

  • Los críticos con Susana Díaz elaboran un documento de cambio en el partido que se está discutiendo en varias provincias

Pedro Sánchez con Susana Díaz, en una visita de ésta a Moncloa.

Pedro Sánchez con Susana Díaz, en una visita de ésta a Moncloa. / Juan Carlos Hidalgo

Quieren renovar el PSOE andaluz y el liderazgo de Susana Díaz, y cuenta con tiempo. Los críticos con la actual dirección socialista, que son sanchistas de origen pero también muchos de quienes han acompañado a la ex presidenta hasta hace unos meses, han comenzado a elaborar un documento de renovación del partido, que esta tarde se presentará en El Viso del Alcor. Aunque en la Ejecutiva de Sevilla han dimitido quienes promueven el texto, éste no sólo parte de este territorio, sino que se está consensuando en varias provincias. Además de Sevilla, hay críticos trabajando en ello en Málaga, Cádiz, Huelva y Jaén.

El congreso federal no se celebrará hasta después del verano, será en otoño una vez que Pedro Sánchez haya logrado aprobar su primer presupuesto. Es el momento clave de esta legislatura. Si el Gobierno consigue que ERC le apruebe las cuentas en función de la negociación con la Generalitat, el presidente del Gobierno habrá desatascado la parte más gruesa del mandato. Sánchez llegaría a ese cónclave sin apenas resistencia entre las baronías y con legitimidad para hacer cuantos cambios estime necesario.

Por eso, los críticos andaluces no quieren comenzar a manejar nombres para competir por la secretaría general. Quedan bastantes meses para que lleguen esas primarias a las que Susana Díaz quiere volver a presentarse. La elección candidatura a la Presidencia de la Junta llegará tres años después, cuando se conozca cuándo serán las elecciones, algo que compete en exclusiva a Juanma Moreno.

Liderazgo cooperativo y lealtad

El documento sostiene que, de cara a los congresos regional y provinciales, hay que proponer una renovación de los liderazgos, que dejen de ser personalistas para ser "cooperativos" y que se recupere la "lealtad" orgánica. Es una clara crítica a lo que ha sido el susanismo de los últimos años, una dirección andaluza en manos de Susana Díaz que fue concebida para desplazar a Pedro Sánchez de la secretaría general. La pugna con Sánchez se mantuvo hasta las últimas elecciones generales del 10 de noviembre, cuando las direcciones provinciales de Sevilla y de Cádiz pusieron problemas para que los ministros del Gobierno fuesen en los primeros puestos de las listas. Finalmente, todos esos ministros han sido confirmados en el nuevo Ejecutivo. 

El documento anima a hacer una crítica por los errores cometidos y por dejar de culpar "a los otros" por lo sucedido al perder el gobierno de la Junta de Andalucía. Lo que los sanchistas exponen es que el PSOE perdió credibilidad cuando sus gobiernos tuvieron que acometer las reformas durante la crisis económica que estalló en 2008. Esta brecha de desconfianza se abrió entre el partido y quienes siempre fueron sus electorados tradicionales y, en especial, los movimientos sociales. Es en lo que más incide el texto, en que el PSOE debe volver a integrarse en los movimientos sindicales y sociales. 

Sobre estos últimos, los sanchistas afirman que PP, Ciudadanos y Vox le han declarado la guerra a los movimientos sociales y sindicales, y que la estrategia pasa por desacreditarlos ante la opinión pública. Los que más están sufriendo estos ataques son las organizaciones feministas, las constituidas contra la violencia de género y los movimientos ecologistas; en definitiva, toda esa masa asociativa que Vox llama "chiringuitos" y que, en realidad, vertebraban una parte de la sociedad andaluza, en los barrios de las grandes ciudades y en los pueblos. 

Por provincias

Los sanchistas han comenzado a coordinarse a nivel andaluz, pero también planifican relevos en las provincias. En Sevilla hay un grupo crítico, que es el que se ha expresado con las dimisiones de la Ejecutiva de Verónica Pérez para preparar estos congresos. El ex alcalde de El Coronil, Jerónimo Guerrero, explicó a este medio que iban a actuar con transparencia y, por tanto, debían salir de una dirección a la que presentarán alternativa.

En Huelva, buena parte del PSOE se ha situado entre los críticos, después de que la dirección de Susana Díaz apartase a Mario Jiménez de la portavocía del grupo parlamentario. En Cádiz hay sanchistas desde el principio, y Jaén se encuentra a la espera, aunque también ha dolido el castigo a Ángeles Férriz, que llegó a ser nombrada portavoz de la Ejecutiva andaluza para después ser apeada del cargo. En Málaga, el alcalde de Torremolinos, José Ortiz, ha sido el primero en criticar de modo público a la dirección de esta provincia.

Segundos niveles en el Gobierno

Los nombramientos de los segundos niveles de Pedro Sánchez suponen el reforzamiento de estos críticos en Andalucía. Susana Díaz logró salvar a los presidentes de las diputaciones de Cádiz y de Sevilla en sus cargos, pero el presidente del Gobierno no ha hecho gesto alguno hacia el susanismo en esta nueva hornada de ministros y segundos niveles. María Jesús Montero es ministra y portavoz del Gobierno; Carmen Calvo, la número dos del Ejecutivo; Planas, que quiso competir con Susana Díaz por el liderazgo andaluz, repite en Agricultura, y Juan Carlos Campos ha sido nombrado titular de Justicia. La malagueña María Gámez ha sido nombrada directora general de la Guardia Civil y Francisco Salazar, adjunto al director del gabinete de Presidencia, Iván Redondo. 

Los nombramientos seguirán en los próximos días, y es posible que el Gobierno nombre a un nuevo delegado en Andalucía. El actual, Lucrecio Fernández, llegó para sustituir a Alfonso Gómez de Celis cuando fue nombrado vicepresidente del Congreso.

 

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