El temporal de viento y lluvia que ha azotado a la Península en los últimos días mostró su peor cara en Málaga, donde un tornado que recorrió 4 kilómetros a 180 por hora dejó a su paso 25 heridos leves y múltiples destrozos aún sin cuantificar.

El fenómeno duró apenas unos segundos, pero la reparación de todos los desperfectos que dejó a su paso durará semanas. Pese a la caída y el vuelo de miles de objetos, muchos cortantes, milagrosamente no hubo que lamentar daños humanos de gravedad, aunque unas veinte personas sufrieron heridas leves.

Trece personas fueron trasladadas al Carlos Haya y ocho al Hospital Clínico, todas ellas con contusiones, crisis de ansiedad o cortes.

El Ayuntamiento de Málaga cuantificó ayer en más de 120 toneladas los escombros recogidos en unas horas por los efectivos municipales, 120 árboles arrancados de cuajo, más de 400 vehículos siniestrados, alrededor de 1.600 consultas telefónicas por daños y 655 peticiones de ayuda. Desde el paso del tornado, los Bomberos efectuaron alrededor de 200 actuaciones en domicilios para prevenir la caída de cristales, marcos de ventanas y antenas. Una veintena de vecinos tuvo que ser realojada en hoteles porque sus hogares sufrieron daños de consideración.

Las zonas más afectadas de la capital malagueña fueron la barriada de San Andrés y la zona de la estación de autobuses, donde la chapa del techo se desprendió y voló hasta una plaza. Una reorganización de urgencia permitió mantender todos los viajes usando parte de los andenes, que además quedaron sin estructura metálica. El temporal de viento sí afectó a doce trenes, la mayoría de cercanías, y provocó la llegada con retraso de un AVE.

La mayor alerta se concentra ahora en Cádiz, donde ayer ya se suspendió la línea metropolitana de catamaranes. Dos carreteras fueron cortadas por la nieve en Almería y otra en Granada por el derrumbe de un puente. Para hoy se esperan lluvias en las provincias occidentales.