Inmaculada Nieto Castro. Número dos de IU por Cádiz

"Nuestra obligación es impedir gobiernos de derecha y romper el bipartidismo"

  • La candidata de la coalición de izquierdas defiende la inyección de dinero público a la economía para poder salir de la crisis a la vez que considera imprescindible blindar la titularidad pública de los servicios esenciales

Inmaculada Nieto Castro formó parte del equipo de gobierno municipal de Algeciras gracias  al pacto PSOE-IU en la legislatura anterior como delegada de Cultura, Feria y Fiestas y Universidad. Es miembro de la dirección federal de IU y  concejala en la oposición

–¿Cómo valora las encuestas?

–Indican la tendencia al alza de IU. Un momento positivo que esperamos que se concrete en más apoyos electorales. Queremos ser determinantes para la política andaluza. A estas alturas nadie puede dudar de que la política de derechas no viene solo de la mano del PP.

–IU se podría convertir en la llave. ¿A cambio de qué podría llegarse a un pacto con el PSOE?

–Eso habría que preguntárselo al PSOE, si estaría dispuesto a hacer una política  de izquierdas. Nosotros, lo que ponemos es nuestro programa. Las políticas se pueden determinar desde el Gobierno y desde la oposición, pero es necesario que no haya mayoría absoluta, anuestra tierra no le han beneficiado. Lo que hace falta es que IU tenga una presencia fuerte, y eso no tiene por qué ser en el Gobierno.

-¿Romper el bipartidismo, no?

–Nuestra dirección a lo que nos obliga es a impedir que haya gobiernos de derecha. Nosotros queremos ser esa chinita para el bipartidismo, romperlo.

–La encuesta del CIS deja a  IU en Cádiz con un único escaño...

–Haciendo una media de todos los sondeos, nuestra tendencia es más parecida a la de las elecciones generales que a la que aparece en el CIS. Tendríamos el 11% o 12% ciento del voto en la provincia, y es razonable pensar en dos diputados. Son estimaciones. Sabemos que la segunda acta de Cádiz es posible. Es un estímulo añadido, es posible, pero no está conseguida y redoblaremos el esfuerzo.

–Hablemos del paro y de la reforma laboral.

–Es de extraordinaria gravedad imponer una legislación contra el criterio de los trabajadores y sus representantes, anunciando que no va a ser efectiva para generar empleo a corto plazo. Queremos hablar del sector público y de la mala gestión del PSOE  pero también de la venta a trocitos que quiere hacer el PP del sector público y de la necesidad que tenemos de blindar la titularidad pública de servicios esenciales para la comunidad. 

–¿Cómo lo enfoca IU?

–Nosotros estamos hablando de salir de la crisis inyectando dinero público a la economía, a través de la  creación de empleo, en la mejora de los servicios públicos. Para nosotros reforma, empleo y servicios públicos es un todo. Se produce una dinámica perversa de la que la derecha no quiere salir. A pesar de que después de cuatro años de aplicar medidas conservadoras cada vez estamos peor no se quieren probar fórmulas para ver si funcionan, y las que se han aplicado hasta ahora han destruido empleo, se han llevado por delante a muchas empresas y están deteriorando la estructura del estado del bienestar hasta límites insospechados. Nosotros queremos invertir esa tendencia. Si no hay dinero en circulación, si no hay gente cotizando, que genere ingresos... ya nos lo han dicho, vamos a tener recesión. Hace falta reformar,  optimizar recursos públicos para liberarlos, pero queremos liberarlos para reinvertirlos en el sector público. No concebimos que los poderes públicos se retiren de la escena y dejen al mercado la regulación de la vida de todo lo que acontece en la sociedad. 

–¿Cómo pesa el problema de la corrupción en las instituciones? Tenemos también los ERE.

–La corrupción es un grave problema porque ha ayudado al descrédito de lo público y de la clase política. Pero, aquí quienes están dando lecciones y sacando pecho tienen debajo de la alfombra  tanta miseria como tiene el PSOE. Y que el PP quiera aparecer ante la ciudadanía como el paradigma de la honestidad y la honradez y el buen uso de lo público, cuando tiene casos de corrupción pendientes de verse en juzgados y militantes y personas relevantes condenados por corrupción... Y por el otro lado tenemos al PSOE, que ha confundido la Junta con su propia estructura partidaria. Aparte de contar con un observatorio para que haya transparencia en las instituciones, debe haber juicios rápidos cuando un político o un alto cargo haga lo que no debe o lo parezca.

–¿Cómo plantar cara a la financiación de las autonomías?

–El PSOE y el PP han pactado un techo de gastos y estamos en una economía en recesión que genera pocos recursos. Anualmente se defraudan 50.000 millones de euros, también hay  dinero del impuesto de la gran empresa que se evade en nuestro país. Luego, hay acuerdos con instituciones solventes en materia económica, como por ejemplo la Iglesia católica a la que se le condonan anualmente 3.000 millones de euros en materia de impuestos de bienes inmuebles. Parece razonable en un momento de recesión, de crisis y de pedir sacrificios, renegociar las condiciones del convenio del concordato con la Santa Sede y decirle que pague los impuestos por sus inmuebles. También parece razonable que no sigamos comprando tanques y material militar como si estuviésemos enrolados en 27 guerras.

–¿Cómo enfocar las relaciones con las haciendas locales?

–Los ayuntamientos necesitan recibir más aportación de los impuestos y tributos estatales, pero como vas a porcentaje, la economía está parada y el Estado cada vez recauda menos, cada vez recibes menos en un sistema que está mal financiado. Eso tiene difícil arreglo si no quieren tocar la ley de financiación estatal y la de haciendas locales. Si eliminamos las diputaciones provinciales, por ejemplo, probablemente liberas recursos que permitirían financiar los ayuntamientos con otro criterio. Hay quien ha financiado bien y quien ha gestionado muy mal. Parece razonable que no haya café para todos. 

–¿Puede hacer mella el cansancio de los electores el día 25?

–Los sondeos marcan un cierto retraimiento del electorado. Si las expectativas no se cumplen puede llevar a pensar que no tienen arreglo. Por eso llamamos a la gente a la rebeldía, que no se resigne. Si recuperamos la ilusión de esa gente habría una sorpresa importante el día de las elecciones.

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