Juan Marín. Candidato de Ciudadanos a la Junta de Andalucía

"No es con quién pactar, es para qué"

  • Completo desconocido para el electorado andaluz, el teniente de alcalde de Sanlúcar juega con la baza de la marca Albert Rivera. "Las propuestas de Podemos no son viables", avisa

El candidato de Ciudadanos a las elecciones autonómicas, Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962), es consciente de que es un completo desconocido para la inmensa mayoría del electorado, pero también se sabe cabeza de lista en Andalucía de una formación que, según las últimas encuestas, se sitúa ya como cuarta fuerza en el escenario de la política nacional. Aprovechar el tirón de la marca Albert Rivera para entrar en el Parlamento es el objetivo del actual teniente de alcalde de Sanlúcar gracias al acuerdo que facilitó que el PSOE llegara a la alcaldía. Firme defensor del poder ciudadano para la renovación pública apunta que entró en política -en Ciudadanos Independientes de Sanlúcar- cuando la Asociación de Comerciantes de su municipio, de la que era socio, medió con en la huelga de recogida de basuras de 2006: "Hay que dejar de lamentarse desde la barra del bar".

Días después de la entrevista, ayer atendió por teléfono a este medio para aclarar lo que Albert Rivera quiso decir cuando lanzó, en un mitin en Málaga el pasado sábado, que Ciudadanos iba "a enseñar a pescar en Andalucía, no a repartir pescado".

-¿Qué quiso decir Albert Rivera con lo de la caña y la pesca?

-Fue un mensaje lanzado a los que tienen que preocuparse porque durante mucho tiempo se han dedicado a desviar el dinero de los desempleados andaluces para subvenciones. Es una metáfora que se ha sacado de contexto. Si el dinero de la formación se hubiera usado bien, los desempleados andaluces podrían afrontar su situación de otra forma. Era un mensaje al Gobierno andaluz, al PSOE.

-Con el discurso tan crítico de Ciudadanos sobre la corrupción, ¿qué hace usted gobernando con el PSOE con la que está cayendo?

-Tanto entonces a nivel local como ahora el regional, una de nuestras bases es que en las listas electorales no pueden ir personas salpicadas por la corrupción. Y ese compromiso tanto el PSOE en Sanlúcar como nosotros lo hemos cumplido a rajatabla. Firmamos ese acuerdo de Gobierno y hemos conseguido solucionar los graves problemas de financiación y credibilidad municipales. A partir del 23-M, empezará la política de pactos. Lo tenemos claro: no vamos a pactar mirando con quién sino preguntando para qué. Defendemos cambios en la administración, en apartar las decisiones políticas de la vida judicial, y, sobre corrupción, que los partidos políticos sean responsable de los delitos que cometan sus cargos públicos.

-¿Manejan encuestas internas?

-Ciudadanos no tiene dinero para pagar encuestas, pero según los últimos sondeos podríamos entrar con dos diputados. Son datos muy positivos teniendo en cuenta que hace nada que decidimos participar en las autonómicas. El adelanto nos ha pillado consolidando una estructura.

-Los nuevos partidos presumen de democracia interna pero se le reprocha ser el elegido de Rivera.

-Mi relación es igual con él que con otros muchos de Ciudadadanos, viene desde hace varios años. La decisión de presentarme a unas primarias la tomé con mi mujer y con los compañeros del partido. Se presentaron cuatro candidatos y yo conseguí 450 avales de toda Andalucía. Albert tendría que haber llamado uno a uno todos ellos.

-Entiendo que el grueso de sus apoyos proceden de Cádiz.

-No, hay avales de todas las provincias. He pertenecido al grupo impulsor de Movimiento Ciudadano acompañando en muchos actos a Javier Nart, Juan Carlos Girauta, Carolina Punset, Luis Salvador... y eso me ha hecho un candidato más visible. Entrar en la política autonómica es una decisión difícil, como lo fue entrar en el Ayuntamiento. ¿Sabe lo primero que hice?

-No.

-Pues lo mismo que haría ahora si entrara en el Gobierno: conocer la situación real de la Administración en la que me meto. Cuando me senté con el interventor, el tesorero y el secretario del Ayuntamiento de Sanlúcar pregunté cómo estaban las cuentas y me dijeron, "Tenemos en la caja 237 euros a 27 de junio de 2007, una nómina que pagar de 1,8 millones de euros antes del día 5 de julio y una deuda de 108 millones de euros reconocidos y no sabemos qué hay en los cajones". Me entraron ganas de levantarme e irme a mi casa. Si llego al Gobierno de la Junta y me encuentro una situación que no es la que nos habían vendido, habrá que ponerse a trabajar. Lo primero es negociar y reducir los intereses con los bancos. Yo no soy ningún líder, creo en el trabajo en equipo, ya tenemos un líder que es Albert Rivera y es suficiente aval para el proyecto.

-¿Por qué no ha habido alternancia en Andalucía?

-Por una serie de connotaciones que tienen que ver más con la cultura y la historia andaluza que con la eficacia en la gestión. Se han hecho cosas bien, pero ha habido mucho clientelismo político fruto de una administración paralela convertida en refugio de muchos que han pasado por la política. Ha habido una gestión que no ha apostado por el músculo, por el sector productivo. Andalucía ha sido también un foco de resistencia frente a las políticas del Gobierno en los últimos años. La sanidad, educación y dependencia, pese a tantísimas trabas a nivel nacional, se han intentado mantener. Ha habido recortes pero posiblemente menos que en otras comunidades. Los ayuntamientos somos los que estamos sufriendo esos desequilibrios porque subvencionamos servicios que no son competencias municipales.

-Coincide en parte con la Junta.

-Podemos ser coincidentes pero no comparto las decisiones que sólo buscan un rédito político. Son aspectos que habrá que corregir con las fuerzas políticas que formen Gobierno. Es la única manera de atacar los dos problemas graves que tiene Andalucía: desempleo y corrupción.

-¿Conoce al ex consejero Ojeda?

-Sí, tiene casa en Sanlúcar y en más de una ocasión hemos coincidido. En una etapa, en la que yo no llevaba el área de formación, vino al Ayuntamiento y planteó una serie de cursos. A través de un convenio, se le facilitó instalaciones para darlos. Allí sí se dieron. A la anterior alcaldesa [Irene García, PSOE] se le pidió apoyo a la investigación y así lo hizo. En la última redada de la operación Edu hay gente de todos los signos políticos... Si un partido no es capaz de controlar a sus representantes públicos y ser responsables subsidiarios de lo que hagan, pocas lecciones de moralidad se pueden dar.

-¿Su Ayuntamiento ha impulsado una investigación administrativa?

-No. El juez nos pidió en su día los convenios de formación y se le entregó esa documentación. De Sanlúcar, que yo sepa, no hay ninguna enpresa implicada.

-Si prestara su apoyo para que el PSOE gobernara, ¿pediría una comisión de investigación sobre los cursos?

-Es que es imprescindible. IU, que tanto se vanagloria de la eliminación de la corrupción de la escena pública, impidió la comparencencia de la presidenta de la Junta sobre éste y otros asuntos. Si mañana yo estoy salpicado por un asunto de corrupción, tengo la obligación moral, y así me lo exige los estatutos de mi partido, de dejar mi acta, irme a mi casa y defenderme en los tribunales. Es de sentido común.

-¿Qué ve en Podemos?

-El polo opuesto a nosotros porque sus propuestas no son viables.

-O sea, no imagina un pacto PSOE-Podemos-Ciudadanos.

-No, ni eso, ni con el PP, ni con UPyD. Me da igual que sea presidente Susana Díaz o Moreno Bonilla. Es que si los diputados de Ciudadanos fueran clave para formar Gobierno, a mí sencillamente me tienen que explicar para qué y no necesariamente a cambio de ninguna consejería. No venimos al pasteleo del reparto de cargos públicos. Lo mismo que le dije al PSOE en 2007: "Usted va a contar con mi apoyo si es capaz de aceptar una auditoria y un plan de saneamiento de las cuentas públicas". Y todo por escrito.

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