11M 2004-2014

Una amenaza latente

  • El profesor de la Olavide Manuel Ricardo Torresm autor de 'Al Aldalus 2.0. La ciber-yihad contra España', asegura que "se ha convertido en un fenómeno más diverso, pero la amenaza sigue existiendo"

La amenaza de un atentado yihadista pervive en España aunque es menos probable que hace diez años, cuando el 11 de marzo de 2004 un grupo vinculado a la red Al Qaeda mató a 192 personas e hirió a más de 1.800 en Madrid con una decena de bombas colocadas en trenes suburbanos. 

 "Se ha convertido en un fenómeno más diverso, pero la amenaza sigue existiendo", afirma en declaraciones a dpa el experto Manuel R. Torres, profesor de la Universidad Pablo Olavidey autor del libro Al Aldalus 2.0. La ciber-yihad contra España

¿Amenaza, riesgo o peligro? "Amenaza, porque tiene un carácter estructural y no está asociada a un acto concreto ni a la existencia de una organización, sino que es una exposición de la sociedad a un tipo de violencia", contesta el experto. 

 Según un informe publicado en noviembre por el prestigioso Real Instituto Elcano, los 84 terroristas yihadistas condenados en España en los últimos 16 años formaban parte de células salafistas o pertenecían a organizaciones terroristas vinculadas a Al Qaeda

Ninguno era un "lobo solitario", como se conoce a los que actúan de forma individual, pero sí se han detectado casos aislados. "Por desgracia matar es fácil y si se está dispuesto a hacerlo no es necesario tener una organización compleja, ni recursos económicos, ni siquiera acceso a armas", argumenta. 

Los atentados de Madrid fueron un punto de inflexión en la estrategia de seguridad del país: a partir de entonces se incrementó el volumen de efectivos y recursos para combatir un terrorismo menos conocido y más difuso. Aumentó, "de facto", el nivel de dificultad para perpetrar una masacre como la del aquel 11 de marzo. 

El número de operaciones policiales contra organizaciones yihadistas se disparó a partir de entonces, como demuestran los datos recopilados por el investigador Javier Jordán, profesor de la Universidad de Granada: entre 1995 y 2004 hubo 16 frente a las 48 posteriores (hasta junio de 2013). 

 "Cambia la actitud y el volumen de los recursos que se dedican a combatir la amenaza. Antes se consideraba que este tipo de grupos yihadistas utilizaban España para llevar a cabo actividades de carácter logístico y de apoyo, pero que no era en sí mismo un objetivo de la violencia", aclara Torres. 

 "El 11-M pone de manifestó ese error de apreciación y en ese momento se entiende que la actividad de estos individuos no solo genera efectos en otros lugares del planeta, sino también en la propia seguridad de los españoles", puntualiza. 

 ¿Es, por tanto, adecuada la Estrategia de Seguridad Nacional vigente en España? "Es complicado valorarlo en términos absolutos porque aunque se toman medidas para aminorar la amenaza eso no inmuniza a una sociedad", responde Torres. 

 Actualmente, el enclave de Ceuta emerge como escenario destacado de la radicalización yihadista en España, según la tesis del experto Fernando Reinares, investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano. 

 Es el punto de partida de algunos ciudadanos españoles (o domiciliados en España) que viajan hasta Siria para unirse a organizaciones yihadistas inmersas en la guerra civil del país. 

 "No debe perderse de vista que, aun cuando su propósito (...) es el de hacer la yihad allí, los miembros de la red hispano-marroquí en el marco de la cual han sido movilizados contemplan también "hacer la yihad en casa", es decir en territorio español", advierte el investigador en uno de sus estudios. 

 "Es de prever que la actividad yihadista en España seguirá viéndose afectada por el grado de fortaleza o debilidad de las grandes organizaciones y por la estabilidad política en los países de mayoría islámica, como Pakistán, Egipto, Argelia, Siria, Malí o Irak", explica en un estudio reciente Jordán. 

 En su libro recién publicado Matadlos, Reinares sigue la pista del 11-M desde 2008, cuando tira del hilo de un nombre que encuentra a través de una sentencia emitida por un tribunal de Manchester: "Ilyas el español" o Amer Azizi

 Se trata de un ciudadano de Marruecos -casado con una española- que se convertiría, según Reinares, en el principal impulsor del 11-M desde el año 2001. Un atentado gestado como venganza de la desarticulación de una red yihadista en España ese mismo año. 

 Torres insiste también en el objetivo que subyace en la acción de estos grupos terroristas: recuperar Al Andalus, ocupada por los árabes hasta el siglo XV. "Es el tema más recurrente en las menciones que hace la propaganda yihadista: esa idea de tierra islámica que fue arrebatada y que es una herida abierta en el corazón del islam aparece de manera cada vez más frecuente", explica el investigador, tras haber analizado cientos de mensajes yihadistas. 

 "Eso distingue la amenaza que hay sobre España de otros países occidentales. Es una amenaza estructural y permanente en el tiempo, de la cual no se va a desprender el país". 

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