"Mi historia es como el cuento de la lechera pero protagonizado por un carnicero", bromea el granadino Antonio Campos cuando se le pregunta por la singularidad de los comienzos de su carrera como cantaor.

Aficionado al cante en el seno de una familia de matarifes, Campos admiraba de lejos a los más grandes del cante de Granada -los hermanos Habichuela, Parrón, Marina Heredia...- hasta que la grabación amateur de unos tangos para un concurso local le abrió las puertas del tablao La Reina Mora del Sacromonte, en el año 97. De ahí a convertirse en cantaor para el baile de algunas de las mejores profesionales de la danza flamenca, como el desaparecido Marío Maya, Antonio Canales, Merche Esmeralda, Javier Barón, Joaquín Grilo o Manuela Carrasco, por citar algunas de las compañías en las que ha trabajado. Y de estar siempre en un segundo plano en la Bienal, a la que acude como cantaor para el baile desde el año 2002, a presentar su primer trabajo discográfico esta noche dentro de la programación del ciclo El flamenco que viene en el Teatro Alameda (23:00). Titulado Corral del carbón, el disco se ha grabado íntegramente en directo y es un compendio de cantes que van desde el romance por bulerías hasta la bulería festera, pasando por malagueñas, cantiñas, soleares y tangos.

Como en el disco, en el recital de esta noche Campos estará acompañado por la guitarra del moronero Dani Méndez y las palmas de Carlos Grilo y Lúa Cantarote.