Bienal de Flamenco

Rafaela Carrasco homenajea a Lorca y La Argentinita

  • La bailaora sevillana afincada en Madrid debuta en solitario en la Bienal con ‘Vamos al tiroteo’ · Las ‘Canciones populares’ son la base de este montaje.

Llegó la hora del desafío. Rafaela Carrasco, la alumna prodigiosa de Mario Maya y compañera de andanzas de su hija Belén, la sevillana que ganó con su primer montaje Las músicas del cuerpo los principales premios del certamen coreográfico de Madrid –donde reside– y deslumbró en el Festival de Jerez, llega por fin a la Bienal de Sevilla, su ciudad natal, con un espectáculo propio. Y no ha escatimado riesgos. Rafaela presentará Vamos al tiroteo, una visión actual de las Canciones populares españolas de Federico García Lorca y La Argentinita.

“Mi madre me cantaba de pequeña la Nana de Sevilla y yo ahora hago lo mismo con mi hijo. Toda mi generación ha crecido escuchando estas Canciones populares. Son temas que tarareaba el pueblo con tono festero pero que en realidad contienen letras muy duras y reivindicativas”.

La idea principal de Vamos al tiroteo es poner en escena un disco que ha inspirado a muchos artistas, como por ejemplo, la cantaora Carmen Linares. Rafaela y su equipo de músicos no han recurrido a otras fuentes más que a su propia sensibilidad para versionarlas. “Trasladamos los temas del año 1931 al día de hoy, con un sentido musical, escénico y coreográfico muy diferente pero, en mi opinión, con el mismo deseo de transmitir letras y músicas que pertenecen a todo el pueblo”.

Sus músicos ejecutarán los diez primeros temas que escucharemos hoy y mañana a las 21:00 en el Teatro Central. Son el pianista Chico Valdivia, el chelo José Luis López y los guitarristas Jesús Torres y Juan Antonio Suárez Canito. Las dos últimas canciones populares, Sones de Asturias y Aires de Castilla, sonarán directamente en un disco de pizarra. “Quería que quedara ese regusto antiguo, que sonaran como en 1931 y estos dos temas son precisamente los menos conocidos”.

El vestuario, que firma Elisa Sanz, juega un papel muy importante en la propuesta. “Son diseños antiguos cortados con telas modernas. La bata de cola, por ejemplo, está inspirada en una de Carmen Amaya. El vestido de baile es un diseño que popularizó La Argentinita”. “También la escenografía es de Elisa, que ha recreado ese suelo del salón antiguo de la casa de Encarnación López donde Lorca iba a visitarla”.

Rafaela, que lleva “doce años y pico viviendo en Madrid”, reconoce que, al principio, estudiar en la calle Amor de Dios le parecía el paraíso. “Entonces en Sevilla no se estudiaba tanta técnica. Hoy da igual: aquí, en Jerez, en toda Andalucía surgen bichitos maravillosos. Se ha avanzado muchísimo en el flamenco. Tal vez las cosas se entienden distinto en Madrid, porque la vida allí es de otra manera, pero la información llega ya por igual a todas partes”.

Rafaela, a cuyo baile se se le han colgado etiquetas como “vanguardista” y “experimental”, no se reconoce en ellas. “Yo bailo desde la máxima honestidad posible. Veo a Israel Galván, por ejemplo, mucho más allá, en un ámbito maravilloso. Quizá sea más vanguardista en mi concepción escénica, que debo completamente a mi maestro Mario Maya, que en mis movimientos”, confiesa Rafaela, que ha seguido cursos de otras disciplinas, como la danza contemporánea, “porque me interesa mucho otro tipo de músicas y movimientos”.

Ahora, confía en que su primera gran propuesta para la Bienal sea del gusto del público y que tras su estreno en Sevilla pueda verse también en Madrid, “posiblemente en el festival Madrid en Danza”.

Pero, para ella, y a partir del próximo miércoles, la máxima ambición es “volver a tener tiempo para estar con mi hijo de dos años y medio, y con mi esposo. Siempre es difícil compaginar la maternidad con una compañía de baile pero, en estos tres últimos meses de ensayos frenéticos, lo ha sido todavía más”.

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