Cultura

Álex de la Iglesia reivindica la "dignidad" de la persona frente al "circo mediático"

  • El cineasta presenta 'La chispa de la vida', protagonizada por José Mota y Salma Hayek y con Fernando Tejero en el reparto.

El cineasta vasco Álex de la Iglesia reivindicó ayer "la dignidad de la persona" frente al "circo mediático, político y social que nos rodea a todos, como una especie de prisión en la que tenemos que vivir". Pero lo ha hecho desde esa chispa de la vida que descubre que siempre hay una salida y una posibilidad de salir adelante dentro de la actual crisis de valores.

Así lo manifestó en Valencia durante la presentación oficial de su última película, La chispa de la vida, que se estrenará en las salas españolas el próximo viernes 13 de enero con un reparto de excelencia encabezado por el conocido humorista televisivo José Mota en su debut en la gran pantalla junto a Salma Hayek, Fernando Tejero, Juan Luis Galiardo, Blanca Portillo, Carolina Bang, Antonio Garrido, Santiago Segura, Manuel Tallafé, Juanjo Puigcorbé, Eduardo Casanova, Guillermo Toledo, y los valencianos Oskar Ramos y Ferran Gadea.

La cinta cuenta la historia de Roberto (José Mota), un publicista en paro rechazado por todas las agencias con una situación económica desesperada. Ya nadie valora que fuera el creador del archiconocido eslogan "la chispa de la vida" de Coca-Cola. Todo cambia cuando sufre un accidente que le hace debatirse entre la vida y la muerte. Queda atrapado de tal forma que ni el Samur, ni los bomberos se ponen de acuerdo en cómo rescatarlo.

Lo absurdo y dramático del suceso provoca el interés de los medios de comunicación. El protagonista decide aprovechar su experiencia como publicista para explotar la situación y contrata un representante. La idea es simple: vender la exclusiva a las televisiones y solucionar para siempre el futuro de su familia. Luisa (Salma Hayek), su mujer, llega al lugar del accidente y asiste impotente al espectáculo generado alrededor de su marido. Intenta convencerle de que desista de su idea, pero la obsesión de Roberto por conseguir la exclusiva es cada vez mayor.

Un drama de tintes cómicos basado en un guión original de Randy Feldman que demuestra que "no todo tiene un precio, hay límites. Hay esperanza", aseguró De la Iglesia, quien reveló que la clave está en "esa ilusión absurda de creer que las cosas pueden salir bien y en conservar la dignidad".

El cineasta, que dijo sentirse "muy orgulloso" del resultado del trabajo de los actores, destacó el talento del debutante José Mota como intérprete y como cómico y confesó que su debilidad por los cómicos, las personas que más respeta en el mundo y que le ayudan a confiar en la realidad y en los demás. "Hacer reír me parece el trabajo más duro que existe y ahora mucho más", remarcó.

Elegir a Mota para el papel protagonista ha sido todo un "truco narrativo". Según el director, al utilizar un cómico el espectador está predispuesto a sentir un cariño inmediato por él desde el inicio y está siempre esperando que haga el chiste, el gag que le haga reír y que "le salve de esa angustia". Pero eso no ocurre y el espectador "sufre más aún" con la situación del personaje, garantizó.

Por su parte Mota, que señaló las dificultades de rodar con el frío de la noche y lo arriesgado de algunas escenas sobre una serie de hierros o colgado de una grúa, consideró toda una "suerte" debutar con un "genio" como De la Iglesia y rodearse de un elenco como el de la película.

Tanto es así que admitió que le "encantaría" poder "compaginar" su trabajo como humorista en televisión con el cine. Eso sí, "sin renunciar a cosas en televisión", puntualizó.

También Fernando Tejero se mostró "especialmente contento" de poder cambiar de registro este último año con dos personajes "maravillosos y dramáticos" como es éste de La chispa de la vida y el de Cinco metros cuadrados. Tras saltar a la fama por sus papeles cómicos, el actor explora ahora el drama. A su entender, "cuando uno sabe hacer reír sabe hacer llorar y emocionar".

Así, aseguró haber tenido "mucha química" con Mota, hasta el punto que le emocionaba y le costaba "ser malo" con el humorista, tal y como implicaba su personaje. Según Tejero, "debajo del gran humorista hay un gran actor". En este sentido, se sorprendió "gratamente" y auguró que aquí hay un actorazo para rato".

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