Cultura

Celuloide de temporada invernal

  • George Clooney, Wes Anderson, Claudia Llosa o Richard Linklater competirán por el Oso de Oro de una Berlinale que sigue fiel a los autores europeos como Alain Resnais.

Junto a un Sundance centrado en el cada vez más previsible cine indie norteamericano y Rotterdam poniendo cada año más alto el listón de la exigencia y los márgenes con un potente criterio de selección (este año con doble presencia española: Luis Miñarro y el joven debutante Jordi Morató), Berlín inaugura la temporada de grandes festivales de categoría A siempre atento, es el sello de su director, Dieter Kosslik, a los cines del mundo, de los que se ha convertido en plataforma ineludible en la última década (de China a Irán pasando por Latinoamérica), no menos cordial con el amigo americano, con el desembarco en Potsdamer Platz de las primeras grandes apuestas de la temporada al margen de los Oscar y, cómo no, fiel al viejo cine europeo (Alemania por delante) que, en esta ocasión, podría verse una vez más redimido con la sola presencia en el concurso de un nonagenario Alain Resnais empeñado en retirarse con las botas puestas.

La 64 edición de la Berlinale, que otorgará un premio honorífico al comprometido cineasta británico Ken Loach, contará con un glamuroso jurado para su Sección Oficial en el que se encuentran los actores Christoph Waltz, Tony Leung, Greta Gerwig y Trine Dyrholm, los cineastas Michel Gondry y Mitra Farahani, y los productores Barbara Broccoli y James Sheamus, quien será el presidente. En sus manos estará dilucidar el Oso de Oro entre un puñado de cintas entre las que cabe esperar lo mejor de los norteamericanos Wes Anderson y Richard Linklater, dos de los más inspirados cineastas del momento. El primero lleva The Grand Hotel Budapest, protagonizada por Ralph Fiennes y Saoirse Ronan, una nueva muestra de su talento iconoclasta que nos lleva a un hotel de montaña en una Europa imaginada de los años veinte. Absténganse amantes del realismo. El segundo ha completado al fin Boyhood, con Ethan Hawke y Rosana Arquette, rodada a lo largo de más una década entre película y película, un filme en el que vemos evolucionar a su joven protagonista (el propio hijo del director) al hilo de las relaciones y las crisis de su familia de ficción.

Con un pie en Venecia y otro en Berlín, George Clooney sigue queriendo legitimarse como cineasta versátil capaz de aunar mensaje liberal y espectáculo. The Monuments men juega sobre seguro siguiendo las andanzas de una patrulla de soldados norteamericanos encargada de recuperar y salvar obras de arte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Junto al propio Clooney, desfilan también con uniforme Matt Damon, Bill Murray, John Goodman, Jean Dujardin o Cate Blanchett.

Aunque de nacionalidad francesa, la nueva cinta de Rachib Bouchareb, La voie de l'ennemie, está rodada en Estados Unidos y cuenta en su reparto con el oscarizado Forest Whitaker y el veterano Harvey Keitel, envueltos en una historia de venganza y redención.

Después de tres soberbias entregas, Coeurs, Les herbes folles y Vous n'avez pas rien vu, el maestro Resnais vuelve a convocar a su gran familia de actores de repertorio (con Azéma y Dussolier al frente) en la muy esperada Aimer, boire et chanter, cuyo título es ya toda una declaración de intenciones sobre la celebración de la vida, el juego y el cine que es toda su filmografía.

Fuera de concurso podrá verse también la versión completa de Nymphomaniac, de Lars von Trier, con casi una hora más de material del que se ha visto en las dos partes estrenadas comercialmente hasta ahora.

La representación europea en la Sección Oficial se completa con la austriaca Macondo, de Sudaberh Mortezai, el thriller sueco-noruego In orden of dissapearance, de Hans Petter Moland, la cinta griega Stratos, de Yiannis Economidis, que sigue confirmando la buena salud festivalera del cine este país mediterráneo en plena crisis, la nueva versión francesa de La belle et la bête, de Christopher Gans, con la esplendorosa Léa Seydoux, la británica '71, de Yann Demange y la alemanas Beloved sisters, de Dominik Graf, In between worlds, de Feo Aladag, Jack, de Edward Berger, y Kreuzberg, de Dietrich Brüggemann.

Apenas hay una pequeña participación española en Aloft (No llores, vuela), de la peruana Claudia Llosa, que comparte representación latina con la brasileña Praia do futuro, de Karim Aïnouz, y las argentinas Historia del miedo, del debutante Benjamín Naishtat, y La tercera orilla, de la siempre interesante Celina Murga.

No se entendería una Sección Oficial de Berlín sin la presencia del cine asiático, que cuenta aquí con el no menos veterano e incansable Yoji Yamada, que sale a título por año desde hace una década, y que presenta ahora el drama familiar The little house. Lou Ye sigue a mitad de camino entre China y Francia con Blind massage, mientras que sus compatriotas Hao Ning y Yinan Diao se adentran en el género bélico y en el drama romántico respectivamente con No man's land y Black coat, thin ice.

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