Salir al cine

El caserón del esperpento

  • En el centenario de Fernán Gómez, vuelve a los cines, hoy jueves en dos únicos pases en el Avenida, ‘El extraño viaje’ (1964), una de las obras maestras y malditas del cine español, insólito cruce entre el esperpento y el cine de género.

Es sabido que Fernando Fernán Gómez se reunía con amigos artistas, escritores o cineastas en las tertulias del madrileño Café Gijón. En una de aquellas sobremesas, Luis García Berlanga, aficionado a inventar resoluciones para los crímenes del momento aparecidos en las páginas de sucesos, dio la idea para despejar el sonado e irresuelto ‘Crimen de Mazarrón’, ocurrido en 1956.

De aquella hipótesis tomó el guante Pedro Beltrán, que elaboró un guion a la espera de un productor y un director. Ese productor acabaría siendo José López Moreno y ese director el propio Fernán Gómez, quien por entonces no pasaba precisamente por su mejor momento entre el fracaso comercial y los problemas con la censura de su anterior película, la inmensa El mundo sigue (1963), y las pocas ofertas que le llegaban para actuar. Pese a la condición de encargo, a Fernán Gómez le gustaba aquella historia y su tono, a mitad de camino entre el sainete, el esperpento, la zarzuela y, lo más insólito, un cierto aire de género de terror, suspense y policiaco instalado en plena meseta, alrededor de la plaza de un pequeño pueblo castellano y sus prototípicos habitantes.

Con un presupuesto mínimo, el concurso de Carlos Larrañaga, Lina Canalejas y uno de esos gloriosos elencos del cine español de aquellos días que incluía a Rafaela Aparicio, Jesús Franco y Tota Alba como los tres excéntricos hermanos de este peculiar caserón de las sombras, El extraño viaje, que así se llamaría finalmente la película para no ofender ni limitar el turismo de Mazarrón después de las protestas de las autoridades, nos lleva a una España plenamente reconocible ya desde sus títulos de crédito, en los que la cámara recorre las portadas de las revistas de la época, con estrellas de cine o la boda del príncipe Juan Carlos y Sofía de Grecia, antes de mostrar esa plaza como epicentro de una localidad escindida entre las viejas costumbres y el clima moral del franquismo y esa incipiente modernidad representada por la orquesta ligera que llega para tocar cada semana o esa joven descarada que baila desenfrenadamente las canciones del momento ante la mirada atónita y censora de las mujeres y el deseo sexual reprimido de los hombres.

Presentado de un rápido trazo el ambiente del pueblo, El extraño viaje se adentra pronto en ese caserón siniestro de los tres hermanos protagonistas del crimen de marras. Y es ahí cuando asoma la verdadera esencia moderna y el insólito carácter híbrido de la película, cuando la cámara de un Fernán Gómez más inspirado que nunca recorre esos pasillos en travellings y movimientos sinuosos que nos anuncian esa veta de género, heredada de Hitchcock y Psicosis, que atraviesa un filme anclado en una España profunda y miserable, gestos de estilo, planos abigarrados, ángulos bajos, blanco y negro contrastado, sombras y elementos interpuestos (lámparas, un ave disecada…) que hacen de ese espacio una suerte de microcosmos narrativo y formal preparado para el desarrollo del esperpento más negro y la historia más macabra y prohibida (atravesada por el erotismo e incluso el travestismo) que pueda imaginarse en un contexto como ese.

Con la ayuda de la música de cámara contemporánea de Cristóbal Halffter, la fotografía y la cámara de José F. Aguayo y los decorados de Hans Burmann, El extraño viaje entra y sale de ese caserón para delimitar la dualidad que atraviesa toda la película: la tradición y la modernidad, la vieja y la nueva España, lo privado y lo público, esa necesidad de tomar aire y salir al mundo que, a la postre, le costará caro a esos tres hermanos, cuyos excéntricos caracteres vienen a representar la rigidez (Alba), la estupidez (Aparicio) y el infantilismo (Franco) de todo un país.

La película se reserva también un interesante quiebro narrativo para su último tercio, cuando el elemento policial pone en perspectiva los dos primeros tramos para resolver el crimen y recapitular los hechos con una sequedad y un antisentimentalismo considerables. 

El resultado, sin duda insólito, dejó atónitos a los propios productores del filme, que decidieron guardarlo en un cajón sin demasiada resistencia por parte de Fernán Gómez, tal era el clima del cine español de aquellos días. Tan sólo un estreno casi de tapadillo en un cine de barrio en 1969 y las críticas más que favorables en Triunfo y otras revistas de cine de la época, reconocieron tardía pero justamente la valía y la originalidad de una película que, ya en 2016, alcanzaría el puesto número 8 en la gran encuesta de las 100 mejores del cine español elaborada por la revista Caimán, cuadernos de cine.   

IV Festival de Cine por Mujeres

Ayer arrancaba la cuarta edición del Festival de Cine por Mujeres, que desde 2018 se dedica a la visibilización del trabajo de nuevas realizadoras de todo el mundo con especial énfasis en la producción nacional. Al margen de su edición presencial, que tiene lugar en varias sedes madrileñas, el festival se abre también al público de toda España desde la plataforma Filmin, que acoge una selección de títulos de sus diferentes secciones, entre ellos dos de oficial, la coreana The day I died: unclosed case (2020, Park Ji-Wan) y la mejicana Nudo mixteco (2020, Ángeles Cruz), y tres procedentes de la retrospectiva Focus China, programada en colaboración con el China Women Film Festival: Almost a comedy (2019, Liu Lu y Shen Zhou), Spring sparrow (2009, Li Jingxiang) y Un perro ladrando a la luna (2019, Lisa Zi Xiang).

Filmin también suma su amplio catálogo a la causa con la recuperación de algunas ficciones y documentales dirigidos por mujeres, entre ellos Zama, de Lucrecia Martel, Karen, de María Pérez Sanz, Ana de día, de Andrea Jaurrieta, Arima, de Jaione Camborda o El agente topo, de Maite Alberdi. La famosa performer Marina Abrahamovic será objeto de un homenaje con la proyección de 512 horas con Marina Abramovic, sobre una de sus últimas exposiciones en 2014.

El estreno de la semana: 'Petite maman'

Tras viajar al XVIII en Retrato de una mujer en llamas, la francesa Céline Sciamma vuelve al presente con esta deliciosa fábula sobre la pérdida de la inocencia y el descubrimiento de las raíces que convoca a tres generaciones de mujeres a través de la amistad entre dos niñas que se miran en el espejo de la propia historia familiar, madre e hija en un fantástico viaje por los pliegues del tiempo en el que los juegos y las escapadas marcan el camino de ida y vuelta. 

Trailer Petite Maman