Cine y arte

Picasso: el genio antes del genio

  • 'El joven Picasso', un documental del británico Phil Grabsky sobre los primeros 25 años de vida del pintor malagueño y la forja del artista, tendrá este martes su último pase en los cines de Nervión Plaza

Pablo Picasso, en el Montmartre parisino, en una imagen de 1904.

Pablo Picasso, en el Montmartre parisino, en una imagen de 1904. / D. S.

En cierta ocasión dejó Pablo Picasso para la posteridad este sentencia reveladora: "Cuando se es joven, se es joven para toda la vida". El malagueño sabía bien de lo que hablaba, en gran medida, por cuanto hacía un diagnóstico de sí mismo: la tremenda capacidad de trabajo que demostró hasta el final de sus días, la tendencia a no tomarse en serio prácticamente nada más que a sí mismo (y ni eso), su gusto por disfrazarse y hacer de todo un juego y su singular expresión vital de libertad son señales propias de alguien que fue joven, ciertamente, hasta que no hubo más remedio que dejar de ser.

Buena parte de su obra revela, de hecho, hasta qué punto fue Picasso un Peter Pan de su tiempo, al que incluso le fue dada la posibilidad de serlo de manera despreocupada mientras siguiera jugando con el arte igual que los niños juegan con sus juguetes. Y seguramente porque Picasso nunca dejó de ser un muchacho, el auténtico joven Picasso constituye en muchos sentidos un enigma, dado que ni siquiera el pintor dio demasiadas pistas sobre sus años de formación e iniciación.

Semejante laguna resulta casi polémica si hacemos caso a las premisas psicológicas que señalan la juventud como periodo determinante para la forja de la personalidad del individuo: siendo Picasso el genio descomunal por todos conocidos, ¿cómo habría de ser aquel otro genio anterior, el que vivió, a veces malvivió, hasta los 25 años, antes de la epifanía que convirtió a Picasso en Picasso? El cineasta Phil Grabsky se decidió a meter mano al asunto y el resultado es El joven Picasso, un documental de fugaz paso por las salas de cine que este martes los espectadores sevillano tendrán la oportunidad de ver, en su último pase, en los cines del centro comercial Nervión Plaza a las 20:00.

El Museo Picasso de Málaga es uno de los lugares picassianos a los que acudió el realizador y productor británico en busca de asesoramiento para su documental. Grabsky, que ha dedicado otras películas (siempre en el género de no-ficción) a genios del arte como Cezanne, Monet, Matisse, Hockney, Renoir y Manet, encontró en los albores de la condición picassiana una apasionante materia prima para abordar una historia que debía ser contada: la de la cristalización de la mirada ante el mundo del hombre que seguramente más influencia ha ejercido a la hora de que sean otros los que miren al mundo.

El Picasso de los primeros años contrasta con el arquetipo millonario y mujeriego del artista

Grabsky centró su narración en los años vividos por Picasso en Málaga, La Coruña y París, en un marco cronológico que abarca desde el nacimiento de Picasso en 1881 hasta 1906, un momento difícil para el pintor, marcado por la incertidumbre, el suicidio de su amigo Carlos Casagemas y una sensibilidad social que lo llevó a alumbrar el conocido como periodo azul. Grabsky rodó su película entre estas tres ciudades, en conexión con el Museo Picasso Málaga, el Museu Picasso Barcelona y el Musée National Picasso Paris, entrevistando a sus directores y rodando en las calles en busca de los ambientes, o sus residuos, que jalonaron la trayectoria del artista.

El joven Picasso, que ha sido singularmente ensalzado por la crítica, forma parte, junto al resto de documentales sobre arte filmados por Phil Grabsky, del proyecto Exhibition On Screen (Exposición en pantalla), una serie de largometrajes que ofrecen una inmersión cinematográfica en exposiciones de grandes artistas complementadas con los testimonios de expertos, comisarios de arte, historiadores y críticos. "Me interesa descubrir la manera en la que pudo llegar un joven de Málaga a convertirse en uno de los grandes genios del siglo XX. Está claro que los genios no nacieron siendo grandes artistas", afirma el cineasta. Su obra describe, precisamente, cómo una ascensión así es posible.

En una entrevista concedida a Efe durante el rodaje en Barcelona, Grabsky sostenía que "la gente tiene una imagen de Picasso de hombre mayor, rico y mujeriego, pero no siempre fue así". Si Picasso comenzó a encajar especialmente en su más divulgado arquetipo, el más próximo al Minotauro, ya en su madurez, sus primeros años revelan a un hombre distinto, preocupado por el arte pero también por los marginados y excluidos de su entorno.

Algunas cuestiones anecdóticas, como el hecho de que el cuadro Las señoritas de Aviñón se relacione con la ciudad francesa y no con los burdeles de la calle barcelonesa d'Avinyó, hacen que el documental cobre mayor interés, puesto que "volvemos a mirar estas ciudades y nos preguntamos por qué influyeron tanto en los artistas". El director lamenta que en el mundo de hoy "todo se ha vuelto demasiado rápido", así que con sus filmes quiere ofrecer "el detenimiento necesario" para observar exposiciones que no son accesibles por cuestión geográfica, pero que el cine puede llevar a pantallas de todo el mundo.

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