Crítica 'Brasserie Romantic'

El amor llega así, de esa manera...

Brasserie Romantic. Comedia romántica, Bélgica, 2012, 102 min. Dirección: Joël Vanhoebrouck. Guión: Jean-Claude Van Rijckeghem, Pat van Beira. Intérpretes: Koen De Bouw, Barbara Sarafian, Anemone Valcke, Zoë Thielemans, Filip Peeters, Axel Daeseleire, Sara de Roo, Ruth Becquart.

La industria del cine se sigue sumando a la celebración comercial del Día de San Valentín como si nada hubiera cambiado desde aquellos días en los que el cine clásico configuró un modelo de película romántica para públicos femeninos y morales más bien estrechas. Aquí y en Bélgica, desde donde nos llega esta comedia rosácea y blandita que, además, suma su mensaje romántico para nuevos tiempos (muy viejos, realmente) al no menos incipiente y empalagoso subgénero del cine de cocina, restaurante y menú degustación que se puso de moda hace una década y que sigue ofreciendo títulos cada temporada para paladares no precisamente muy exquisitos.

Sea como fuera, Brasserie Romantic toma su título de un coqueto restaurante especializado en nouvelle cuisine, cómo no, en el que se reúnen varios personajes y parejas en una noche de San Valentín para alternar varias historias sobre rupturas, agotamientos, reencuentros, flechazos súbitos y demás clichés asociados a la ardua tarea de la conquista del amor.

Joël Vanhoebrouck hace las veces de camarero fílmico y nos lleva de una mesa a otra, de una historia a otra, intentando a duras penas mantener el pulso de la unidad espacio-temporal y alternando tonos, de la caricatura del eterno solitario a la crisis conyugal en la madurez, aunque a la postre toda la película se vea contagiada de un trazo bastante grueso y facilón que no facilitará demasiado las identificaciones entre aquellos que piensen que el amor es, en realidad, una cosa seria.

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