La vida empieza hoy. Comedia, España, 2010, 92 min. Dirección: Laura Mañá. Guión: L. Mañá y Alicia Luna. Fotografía: Mario Montero. Música: Xavi Capellas. Intérpretes: Pilar Bardem, Rosa María Sardá, Mariana Cordero, Luis Marco, Sonsoles Benedicto, Osvaldo Santoro, María Barranco, Eduardo Blanco.

Con cuatro títulos a sus espaldas, la actriz Laura Mañá se ha labrado una carrera como directora que la convierte, junto a Icíar Bollaín, Gracia Querejeta, Chus Gutiérrez o Isabel Coixet, en una de nuestras cineastas más prolíficas y constantes de la última década. Sin que hasta ahora se haya podido detectar huella autorial alguna en sus trabajos, que pasan de la comedia (Sexo por compasión, Morir en San Hilario) al thriller psicológico (Palabras encadenadas) sin que se note ni traspase, La vida empieza hoy mantiene el toque impersonal y repite la estructura de comedia coral para narrar las vicisitudes de la sexualidad tardía a través de un puñado de personajes que se cruzan en las clases que organiza uno de esos Centros de la Experiencia que forman parte del paisaje políticamente correcto de nuestras nuevas políticas sociales.

Adiestrados por Rosa María Sardá, allí acuden una viuda cascarrabias, una mujer con ganas de retomar su vida sexual y emanciparse de su hija, un hombre recién jubilado atrapado entre su mujer y su amante y un argentino recién llegado a España.

Construida a partir de los peores tópicos y estereotipos de la senectud y los problemas entre padres e hijos con un tono que se quiere liberal y progre pero que no da para mucho más que para cuatro chistes sobre vibradores, lencería erótica y Viagra, La vida empieza hoy no puede camuflar su pobre look de telefilme de temática de actualidad con sus mensajes de buen rollo geriátrico, su plana construcción de personajes (reventados por un reparto más tieso que la mojama) y situaciones en el límite de la vergüenza ajena con voluntad explicativa propia de un folleto del Imserso.