Festival de Cannes

Baz Luhrmann retrata al hombre que se escondía tras el mito de ‘Elvis’

  • Austin Butler interpreta al rey del rock y Tom Hanks a su representante en el filme, presentado en Cannes fuera de competición

El equipo de ‘Elvis’, con la viuda del legendario cantante, Priscilla Presley.

El equipo de ‘Elvis’, con la viuda del legendario cantante, Priscilla Presley. / Guillaume Horcajuelo / Efe

El director australiano Baz Luhrmann resucita con Elvis al rey del rock y se acerca tanto al hombre que había más allá del mito como al tortuoso camino que recorrió hasta convertirse en leyenda. Su película, proyectada fuera de competición en el Festival de Cannes, que se clausura este sábado, da protagonismo a la tóxica relación del cantante (Austin Butler) con su representante, el coronel Parker (Tom Hanks) a lo largo de 20 años, lo que ofrece a su vez un reflejo de la sociedad estadounidense en las décadas que atraviesa.

Butler rozó la obsesión en su transformación en el artista: "Aparqué el resto de mi vida durante dos años y absorbí todo lo que pude", dijo este jueves en conferencia de prensa. Estudió vídeos de Elvis en bucle para analizar sus movimientos, entonación y postura y practicó ante el espejo para hacerlos suyos y replicarlos.

Luhrmann (Sidney, 1962) tomó como fuente de inspiración el filme Amadeus, de Milos Forman. "No va realmente de Mozart, sino de los celos entre Salieri y Mozart", dijo el también autor de Moulin Rouge (2001) o El gran Gatsby (2013), ambas seleccionadas en Cannes. Su cinta tiene como narrador al mánager del artista, controvertida figura que se dio cuenta de que "Elvis era una fruta prohibida con la que podía ganar dinero" y que fue tan responsable de su auge como de su caída. Le consiguió sus primeros contratos e intervenciones en televisión, pero exprimió al límite su fuerza. Ni era coronel ni se llamaba Parker. "Huía de su pasado", dijo Hanks.

Elvis Aaron Presley nació en una familia humilde en Tupelo (Misisipi) el 8 de enero de 1935 y la película refleja cómo influyó en su persona y en su música el haber crecido en los barrios negros de esa ciudad. Responsable de títulos como Good luck charm, Surrender o Love me tender, canciones que le encumbraron como el solista que más números 1 había alcanzado en Estados Unidos, por detrás de los Beatles, "tomó y mezcló" todo lo que percibía en ese ambiente, dijo Luhrmann. Su cámara hace ver cómo su música nunca llegó tanto como cuando el artista era fiel a sus principios y se salía de la imagen que intentaba imponer de él la industria, y junto a sus momentos de gloria lo muestra también ya en el ocaso de su vida, solo, obeso y abandonado por su mujer, Priscilla, por sus infidelidades y excesos.

Butler, de 30 años, se adentró en este rol con la expectativa poco realista de que "si trabajaba mucho su cara y su mirada iban a ser como la de Elvis y no se podría notar la diferencia", para luego darse cuenta de que lo importante era transmitir su esencia. El resultado, según la reacción de la familia Presley, fue fidedigno. Priscilla le mandó una carta en la que le decía no haber estado preparada para sentir vivo a Elvis en "cada respiración y movimiento de Austin. Si mi marido estuviera aquí hoy le miraría a los ojos y le diría ‘¿Cómo te atreves? Eres yo", le comentaba la ex actriz, que acudió a Cannes. El filme llega a los cines a finales de junio.

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