Guerra de mentiras | Crítica

De tontos, mentirosos y sinvergüenzas

Una imagen de la película.

Una imagen de la película. / D. S.

Sobre el caso real del ciudadano iraquí huido de su país a Alemania que se inventó la existencia de un programa de armas biológicas para asegurarse su refugio político y el de su familia, mentira que tanto Berlín como Washington se tragaron con gusto para justificar la intervención militar en Iraq, se construye esta película. Cuando en 2011 el hombre reconoció que todo era mentira se justificó afirmando: "Tuve la oportunidad de inventar algo para derrocar al régimen y mis hijos están orgullosos de ello y estamos orgullosos de ser la razón que ha dado a Iraq un margen de democracia".

Que un desgraciado metido a espía o informante invente o falsee informaciones –cuanto más graves, mejor– para garantizar su supervivencia es un tema clásico de la gran novelística de espionaje. Baste recordar las trolas que inventan Jim Wormald, el desdichado vendedor de aspiradoras metido a espía de Nuestro hombre en La Habana de Graham Greene, o Harry Pendel, El sastre de Panamá de John Le Carré. La cuestión es que, en este caso, se trata de un hecho real.

Un gran tema, adobado por el funcionario don nadie que cree haber hecho su fortuna en el servicio dando con el informador mentiroso, desgraciadamente tratado con poca ambición por Johannes Naber, discreto director alemán interesado en temas de crítica política y social cuya obra más notable es una adaptación del cuento del poeta y folclorista romántico alemán Wilhelm Hauff Corazón de piedra, varias veces llevado al cine.

Pero el problema mayor de Guerra de mentiras no es su poca ambición. Si Naber su hubiera limitado a filmarla con oficio hubiera desaprovechado la fuerza de la historia, pero logrado el relato correcto de una gran historia. El problema es que añade humor. Y es sabido que entre los muchos dones culturales que atesoran los alemanes no figura el humor. Por ello lo que hubiera sido un buen telefilme o una discreta película se queda en menos.

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