Cómics

La Chica del Tiempo

  • ¿Si tuvierais la posibilidad de viajar a través de las eras, cuál sería vuestro primer destino?

Detalle de la ilustración de portada.

Detalle de la ilustración de portada.

¿Contemplar la Batalla de las Termópilas desde primera fila, mientras bebes un mojito? ¿Impedir que Lee Harvey Oswald asesine a JFK? ¿Impedir que Will Smith le suelte un sopapo a Chris Rock?

Viajar en el tiempo ha sido, y es, una de esas imposibles metas con la que el hombre ha soñado, ya sea a través de experimentos científicos o la ficción. Innumerables novelas, películas y cómics tratan el tema, algunos con seriedad y otros, como éste que acaba de llegar a las librerías, con un tono de comedia la mar de cafre.

Claro, siendo su guionista Garth Ennis (Preacher), ¿qué podíamos esperar? Y aunque el irlandés tiene una faceta mucho más seria cuando trata los temas bélicos, sobre los que ha escrito infinidad de historias, en este caso particular se suelta el pelo y da rienda suelta al demonio que lleva dentro.

Y es que Marjorie Finnegan, la atractiva rubia que protagoniza esta aventura, es todo menos reflexiva, ya que en su vida solo hay dos deseos que la arrastran: la diversión y el amor por lo ajeno, lo que hace que, gracias a la tecnología futura que la hace saltar de una época a otra, pueda colarse en fastuosos palacios y hacerse con las mejores y más valiosas joyas que uno pueda imaginar.

Auxiliada por Timmy, un tipo muy racional, más que nada porque de su anatomía tan solo conserva la cabeza, es el que consigue que Finnegan pueda escapar siempre por los pelos de multitud de situaciones peliagudas, ya esté a punto de ser fusilada o decapitada por una revolucionaria guillotina francesa.

Esta exitosa carrera delictiva podía haber seguido hasta el fin de los tiempos (y nunca mejor dicho) si no existiera un departamento policial encargado de arreglar los desaguisados temporales que Marjorie, y otros como ella, van cometiendo en diferentes fechas pretéritas. Y su mejor agente lleva este caso como muy, muy personal. Tanto que las une la sangre, ya que la agente Harriet Finnegan es, como ya habréis imaginado, la hermana menor de Marjorie.

Gracias a un soplo, los días de vino y rosas de la criminal temporal están a punto de terminar. Y es que, sin ella saberlo, se ha convertido en una pieza muy importante el maléfico plan de un tipo que se ha autobautizado como El Señor del Mal, rimbombante sobrenombre y trayectoria, que gracias a un alto coeficiente intelectual le hizo decantarse hacia el lado oscuro desde el mismísimo vientre materno.

Junto a él un tipo al que por la pinta deberíamos temer, aunque una vez se le conoce da de todo menos miedo, pese a su apariencia mefistofélica. Su nombre es Stan Zanzibar y en el pasado tuvo una relación con Marjorie.

Pues bien, mezclad en una coctelera gigante a estos cinco personajes, los viajes en el tiempo, un plan que hará que las creencias de toda la población mundial cambie para siempre, y el resultado es una historia que no dejará de sorprenderte en ningún momento, ya sea por las situaciones cómicas o las barrabasadas que se le ocurren a Garth Ennis y que, en el aspecto gráfico no podía estar mejor acompañado por un viejo conocido con el que ya tuvo Un paseo por el Infierno. Se trata, nada más y nada menos que Goran Sudzûka (Wonder Woman), que se deja la piel en ese volumen, demostrando que puede dibujarlo todo, absolutamente todo. Desde un poblado vikingo hasta una prisión de mujeres…

De verdad, no os engaño cuando digo que cómics tan frescos, divertidos y políticamente incorrectos como éste son muy necesarios en estos tiempos tan oscuros que nos han tocado vivir, y las peripecias de esta alocada viajera del tiempo harán que por un rato nos olvidemos de la realidad.

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