Cómics

¡Maldito roedor!

  • Trompazos, carreras, cuchilladas a traición, hachazos, descargas eléctricas, pisotones… Todo esto y mucho más en esta cruel parodia de los dibujos animados más clásicos

Ilustración de la portada.

Ilustración de la portada.

Recuerdo que, con pocos años, mi padre me llevó al cine a una sesión de dibujos animados de los célebres Tom & Jerry, dejándome solo en mi butaca para que disfrutara de las carreras de la alocada pareja de animales.

El problema surgió cuando en uno de los episodios, el gato Jerry se convertía, de manera paródica en un trasunto del vampiro más famoso de la historia, el Conde Drácula…

Mis gritos y llantos se escucharon por todo el cine.

Pues bien, imagino cuál habría sido mi reacción si a tan bisoña edad hubiera leído esta locura de tebeo, en el cual, comenzando por la estructura digamos 'clásica' de este tipo de situaciones, el incansable gato persigue al indefenso ratoncillo, hasta hacerse con él y, con una frialdad total, lo devora y deja sus pocos restos tirados en la acera…

Y es justo en este momento cuando, con un giro loco y fantástico, su autor, Massimo Mattioli, nos sumerge en un homenaje a todos los subgéneros, primero, del cine de terror. Comenzando por el slasher más despiadado, en el que la vengativa y ratonil víctima se convierte en cazador y aniquila con saña a todo un grupito de jóvenes gatos y gatas.

Pero la cosa va a ir a peor, ya que si en esta historia ha dejado el pabellón alto para Jason Vorhees o Mike Myers, en la siguiente homenajea al gran George A. Romero y transforma la vida del alucinado felino en una noche de los gatos vivientes.

Ni una licuadora será capaz de exterminar de la faz de tierra al incansable roedor, que regresa una y otra vez, aunque sea una masa informe y letal que recuerda a aquella vieja producción titulada The Blob, protagonizada por un jovencito Steve McQueen.

Y es que, pese a que piense que lo ha quitado de en medio, Squeak el ratón es un tipo duro de pelar, y sus ganas de vivir son equivalentes a la mala baba que se gasta, pese a su diminuto tamaño.

Aunque, si algo une a los dos personajes es su incontenible nivel de lascivia, lo que hará que el autor, para relajarnos de tanta casquería y hemoglobina, introduzca sabiamente unos cortes de alto voltaje, donde tanto el gato como el ratón, tal vez simulando a otro felino famoso, en este caso el comiquero Fritz creado por Robert Crumb, dan rienda suelta a sus deseos más carnales, junto a una serie de curvilíneas gatitas que, por desgracia, terminan siendo masacradas por el ratonil espíritu de la venganza.

Islas desiertas, científicos locos, alienígenas, viajes a otros mundos, hasta un pequeño cameo de Pinky, otra de las creaciones de Mattioli… Todo esto y mucho más vais a encontrar, lectores, en estas divertidas páginas que por fin se completan con la hasta ahora inédita tercera entrega. Historia estas que fueron publicadas originalmente en la revista underground italiana Cannibale, más tarde en la revista El Víbora, y que ahora podemos disfrutar en un robusto volumen publicado con el buen hacer que caracteriza a la editorial Fulgencio Pimentel.

Matt Groening tal vez lo intentó con Rasca y Pica en su show Los Simpsons, pero no aceptéis copias, ya que la brutalidad más extrema, el humor más corrosivo y el sexo más explícito tan solo la vais a encontrar en las páginas de, ¡Squeak The Mouse!

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