Cómics

Volver a empezar

  • Regresa este dúo de autores argentinos, esta vez con una historia de ciencia ficción que refleja lo imperfecto del ser humano como tal

Detalle de la portada.

Detalle de la portada.

Una nave espacial surca el cielo de un extraño e inhóspito planeta, estrellándose en su superficie. Fundido en negro.

Sobre una enorme planta reposa un ser de apariencia humanoide. Cuando su programa se reinicia, lleno de dudas, explora los alrededores, dándose cuenta de que no está solo. Sin casi mediar palabra es atacado por un poderoso primate que parece ser parte de la fauna del lugar. Menos mal que, en el último momento, es auxiliado por un robot.

Al poco se dará de bruces con una situación inesperada, ya que otro grupo de simios, de diferente tipo, pelean por quedarse con dos seres que se parecen mucho a él, o ella…

Una vez resuelta la situación llegan las oportunas presentaciones, hasta la suya propia. Alpha es su nombre, y el de sus actuales compañeros, Uno, Cuatro y Cinco. Cada uno tiene un rol diferente a desarrollar, como si formaran parte de una expedición.

Dentro de la cápsula encontrarán a un humano en estado de estasis, al que tratan de reanimar de varias, e inútiles maneras, hasta que el tipo, entre arcadas, logra abrir los ojos.

Se trata de Robert, una de las cabezas pensantes de la Misión Phénix, en la que junto a su esposa June, trataban de demostrar que una vez pasados miles de años, el planeta Tierra podría ser recuperado, salvado después de décadas de maltrato.

June arribó la primera al lugar y Robert sueña con poder abrazarla y celebrar el éxito de su idea, que todos pusieron en duda.

El entusiasmo inicial del hombre, que automáticamente lidera el grupo, poniendo a su servicio al cuarteto de robots, es borrado de golpe por un hecho dramático que hará que poco a poco se vaya volviendo más huraño, y de ahí solo hay un paso, peligroso, hacia la locura y el egocentrismo, lo que hará que los hechos se aceleren, tomando un cariz de lo más violento y descarnado.

Los autores, Diego Agrimbau y Lucas Varela, tándem artístico al que ya conocimos gracias a la genial antología de historias sobre padecimientos mentales contenidas en el volumen Diagnósticos y El día más largo del futuro, otro relato enmarcado en el género Ci Fi, también publicado por la Cúpula, nos ofrecen aquí un retrato en el que confirman la incapacidad del ser humano para actuar con lógica, y bondad, una vez se ve herido por un suceso doloroso, siendo capaz de sacar de su interior los peores sentimientos. Sentimientos opuestos a los que Alpha, una máquina en momentos inocente, logra expresar, intentando sacar de pozo de locura y ofuscación en el cae su propietario, que se convertirá, del día a la mañana, en un rey de papel que maneja con mano dura a su pobres súbditos.

Agrimbau se postula ya como digno sucesor de los grandes guionistas argentinos, Héctor Oesterheld, Carlos Trillo, Ricardo Barreiro, o autores completos como Horacio Altuna y Juan Giménez. Todos ellos cultivaros los géneros narrativos más variados, entre ellos el enmarcado en este relato.

En el apartado gráfico, Lucas Varela sigue siendo uno de los máximos representantes a nivel mundial de esa nueva 'línea clara', como demuestra, una vez más, con el soberbio trabajo realizado aquí.

Y al final, solo al final, llegará el mazazo, la realidad expuesta ante los ojos de ese hombre que podría haber recomenzado, logrado su sueño y el de su pareja, pero que se dejó llevar por el dolor y el egoísmo, trayendo el caos a esas tierras.

Casi siempre, las historias de ciencia ficción nos trasladan a lejanos planetas, con civilizaciones hiper avanzadas, y batallas interestelares. En esta ocasión no vamos a salir del suelo que pisamos. Eso sí, tal vez al principio nos será difícil reconocerlo. Pero qué le vamos a hacer, es hacia donde estamos llevando al planeta entre todos, por culpa de nuestra inconsciencia…

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