Para este fin de semana proponemos tres paradas "tapatológicas", tres tapas que vale la pena probar en Sevilla. Son tapas ya de invierno, que las temperaturas han bajado y se apetecen bocados más contundentes:
Los boquerones a "La Papirusa" de la Tasca Ramos de Los Palacios
Boquerones de tamaño generoso. Vienen limpios, sin espinas, sin cabeza y abiertos. Su nombre se debe a que están aliñados con un buen chorreón de manzanilla de Sanlúcar Papirusa de las bodegas Lustau de Jerez. Los boquerones se mantienen un par de horas en el vino y luego se frien enharinados. Vienen acompañados de unos piquitos de Obando de Utrera. Más información aquí.
Los chicharrones de la bodeguita Romero y Mejías de Sevilla
Pocos chicharrones aguantan la prueba de "la frialdad", es decir, estar buenos aunque estén frios. Esta virtud la tienen los chicharrones que sirven en la bodeguita Romero y Mejías, frente a la iglesia de San José Obrero, en Sevilla. Son pequeñitos, de los que se comen de un bocao, de color rubito y de "carne entreverá" esa que alterna de forma bendita magro y tocino. Más información aquí.
El cochinillo frito de la cervecería Las Banderas de Cazalla
También se conoce por la Sierra de Sevilla como guarrito. Son cochinillos que se parten en pequeños trozos y se frien. La cocinera de la cervecería Las Banderas de Cazalla, Belén García, mete los trozos en un adobo y luego los frie en aceite, con lo quedan muy crujientes. No le faltan las papas fritas para acompañar. Más información aquí.
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