Artes escénicas

Ciencia y danza se unen en la 'Autobiography' de Wayne McGregor

  • El prestigioso coreógrafo británico regresa a Sevilla para presentar, el 23 de febrero en el Maestranza, su último y personal trabajo, una coreografía basada en su propio genoma secuenciado y en un algoritmo

Un instante de una representación de 'Autobiography'.

Un instante de una representación de 'Autobiography'. / Ben Cullen Williams

En esta ciudad, el otoño y la antesala de la primavera, es decir, el período anterior a sus denominadas Fiestas Mayores, concentran una buena parte de su actividad cultural y escénica. En ese sentido, a los aficionados a la danza moderna y contemporánea se les va a acumular enormemente la tarea durante los últimos días de febrero. Así, mientras el Cicus de la Universidad de Sevilla clausura la primera parte del ciclo Ahora! Danza con la pieza Abducida de Melisa Calero y la proyección de la película de Roberto Menéndez La memoria del cuerpo: formas en el espacio-tiempo, y el Teatro Central recibe a Yoann Bourgeois con Celui qui tombe y a Rachid Ouramdane con su Moebius, el Teatro de la Maestranza hará lo propio con dos interesantes trabajos: el Carmina Burana de María Rovira y su compañía Crea (día 29) y antes, el domingo 23, la Autobiography del prestigioso bailarín y coreógrafo británico Wayne McGregor.

El título de este último espectáculo, estrenado en el Sadler's Wells de Londres en 2017, es absolutamente literal, aunque el creador no intenta contar de ningún modo los episodios más relevantes de su vida sino que, tomando al cuerpo –en este caso el de sus diez bailarines– como una especie de archivo o contenedor, se basa en su propio genoma, y en los 23 pares de cromosomas que la citogenética secuencia en cada célula humana, para construir un conjunto de piezas coreográficas cuyo ensamblaje se lleva a cabo mediante una operación algorítmica desarrollada por Nick Rothwell, generando así una estructura diferente en cada representación.

Nada extraño si pensamos en la fascinación que McGregor ha sentido siempre por los límites del cuerpo y por la combinación de la danza con la ciencia y las nuevas tecnologías. Una atracción de la que ha dejado constancia en numerosos trabajos, como Far, centrado en el pensamiento científico del llamado Siglo de las Luces, o Átomos, un espectáculo cuyo objetivo era el de reflejar la combinación de los átomos que constituyen la presencia humana. Ambos trabajos pudieron verse en el Teatro Central, el primero en mayo de 2012 y el segundo en mayo de 2015.

En cualquier caso, y por si esta autobiografía, visualmente espectacular, no les dice demasiado sobre su autor, habrá que aclarar que Wayne McGregor (1970) nació en Gran Bretaña, estudió, entre otros, en la escuela Limon de Nueva York y con apenas 22 años, en 1992, creó su propia compañía, la Random Dance. Con ella ha ido desarrollando un lenguaje reconocible por la velocidad y la fluidez de sus precisos bailarines y por unas estructuras coreográficas extremadamente complejas, asociadas frecuentemente a recursos tecnológicos como el 3D.

Frente a las piezas de Random, calificadas en ocasiones de frías, McGregor ha realizado trabajos mucho más populares, como poner a bailar a más de un millar de bailarines en Trafalgar Square con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, o a 400 niños al participar, como director de movimiento, en la celebérrima Harry Potter y el cáliz de fuego.

Otro momento de la obra del bailarín y coreógrafo británico. Otro momento de la obra del bailarín y coreógrafo británico.

Otro momento de la obra del bailarín y coreógrafo británico. / Ben Cullen Williams

Este peculiar creador, que está en posesión de títulos como el de Comandante de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la danza, ha coreografiado, entre otros, para el Bolshoi de Moscú, la Scala de Milán, la Ópera de París o el Royal Ballet de Londres, del que se convirtió en coreógrafo residente en 2006. No obstante, su principal foco de creación sigue siento el Wayne McGregor Studio, que últimamente se ha diversificado en una ecléctica gama de trabajos en los que la danza se alía con otros lenguajes como los del cine, la ópera o incluso la moda.

Como era de esperar, en Autobiography aparece una de las principales características de su trabajo, que es la colaboración con compositores contemporáneos. Y si en anteriores ocasiones lo hacía con músicos como Max Richter, Steve Reich, el australiano Ben Frost (Far) o la finlandesa Kaija Saariaho, en esta ocasión ha contado con la música de una de las más interesantes compositoras actuales de la llamada EDM (Electronic Dance Music). Se trata de la norteamericana Jlin, autora del disco, titulado igualmente Autobiography, cuyo persistente ritmo electrónico complementa las coreografías de Wayne McGregor, al que ella acompaña en su gira, poniendo la música en directo.

Contribuyen también a la espectacularidad de la pieza el diseño de iluminación realizado por Lucy Carter y un espacio cambiante, diseñado por Ben Cullen Williams (autor también de las proyecciones), cuyo protagonista es una estructura geométrica que sube y baja con una precisión matemática creando poderosas imágenes visuales.

Entre los próximos trabajos de Wayne McGregor se encuentra la culminación de The Dante Project, un proyecto realizado para el Royal Ballet de Londres a partir de La Divina Comedia de Dante Alighieri. Está previsto que el ballet completo en tres actos –el primero, Inferno, se presentó el pasado año– llegue a finales de mayo al Royal Ballet, desde donde será retransmitido en directo para que pueda verse, entre otros lugares, en numerosos cines españoles. Por el momento, su Autobiography estará el próximo domingo, 23 de febrero (20:00), en una única función en el Teatro de la Maestranza.

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