El título de la novela con la que ganó hace cuatro años el Premio Nadal, Mercado de espejismos, sirve también para reunir desde 2009 algunos escritos personales de Felipe Benítez Reyes, cuya prosa, voluptuosa e inmediatamente reconocible, celebra el placer de contar del mismo modo que “una línea recta tiende a convertirse en una voluta”. Porque, a diferencia de tantos otros blogs de escritores, meros contenedores de textos de autobombo, el del roteño sí se ofrece realmente a sus lectores como un espacio personal, como un puente que conecta, sin necesidad de recurrir a la anécdota íntima, la obra y la persona que la escribe.

El sentido del humor, a veces absurdo, con frecuencia disparatado y el gusto por lo extravagante, rasgos presentes de manera especial en su narrativa, aparecen en esta serie de escritos donde Benítez Reyes se dedica a consignar, habitualmente con una punzada final de melancolía y extrañeza, pensamientos e impresiones motivados por las fiestas del calendario, la lectura del periódico o el simple correr de los días. Otros contenidos completan este blog de apariencia desaliñada pero entrañable, desde relatos y microrrelatos inéditos a poemas rescatados de sus cuadernos, aparte de los consabidos enlaces a entrevistas y reseñas sobre sus lanzamientos o ensayos breves sobre sus escritores más queridos, entre ellos Gómez  de la Serna, con quien comparte una visión lúdica, seductora e ingeniosa de la escritura.