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Masas y materialismo

Es lógico que Carlyle abra estas páginas citando a Jean Paul y a Novalis. No en vano, es este último quien sostiene que "el poeta comprende la naturaleza mejor que el sabio". Y es una defensa de cierto irracionalismo poético lo que embarga -lo que modula y agita- estas conferencias que Carlyle dio en el Londres galante de 1840, recogidas luego bajo el epígrafe de Sobre los héroes. El culto de los héroes y lo heroico en la Historia. A qué héroes se refería Carlyle es fácil de imaginar: los poetas, los dioses, los sacerdotes, los reyes, los hombres de letras, los profetas. Lo que quizá sea menos obvio es el sustrato ideológico y social sobre el que se alza este monumento a lo heroico, a lo épico y excepcional, de largo y poderoso influjo durante el XIX y el XX.

No les falta razón a quienes adujeron que Sobre los héroes ejerció una notable influencia sobre la ideología nazi. Sin embargo, dicho influjo fue de libre configuración, y no tanto una aplicación expresa de cuanto escribió el escocés. El proyecto que alberga Sobre los héroes es un proyecto moral, que opera contra la tecnificación y masificación de la sociedad victoriana. También contra el carácter científico de un siglo que ha perdido la fe en lo misterioso. ¿Es extraño, por tanto, que entre las categorías heroicas que establece Carlyle no figure el político? ¿Y puede extrañarle a alguien que uno de sus discípulos más prominentes sea, nada menos, que John Ruskin? Se trata, al cabo, de una defensa hipertrofiada del individuo, de una explicación lírica, individuada, de la Historia, cuando Historia e individuo ya habían dado paso a un formidable actor, de radical importancia en el siglo venidero: la masa. De ahí que el político, como mero representante de una multitud amorfa, no resulte sugestivo para Carlyle. En la hora cenital del mundo (una hora suprema que, por supuesto, venía encarnada en un medievo ideal e inexistente), era el hombre quien pastoreaba su destino; era el héroe quien creaba, como emanación natural, como halo salvífico, las leyes.

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