De libros

Muere a los los 89 años Harper Lee, autora de 'Matar a un ruiseñor'

  • El pasado agosto vio la luz 'Ve y pon un centinela', una novela relacionada con su famosa primera obra.

La escritora Harper Lee, ganadora del Premio Pulitzer en 1961 por la aclamada y célebre Matar a un ruiseñor, durante muchísimo tiempo su primera y única novela, murió ayer a los 89 años, según confirmó la alcaldía de Monroeville, la ciudad del estado de Alabama donde nació la autora.

Desaparecida de la vida pública desde el fenómeno que supuso aquella obra de fama mundial, Harper Lee experimentó el año pasado un resurgimiento, para prácticamente todo el mundo inesperado y para algunos algo envuelto en ciertos recelos sobre el motivo de la reaparición. Sea como sea, Ve y pon un centinela, la segunda y hasta entonces desconocida novela de la autora, fue un nuevo éxito de ventas, con una tirada inicial extraordinaria de dos millones de ejemplares y un lanzamiento en más de 70 países.

Más de medio siglo después de Matar a un ruiseñor, Ve y pon un centinela fue celebrada con un entusiasmo desbordado por parte el diario The New York Times, que no vaciló en calificar la publicación del nuevo libro "uno de los mayores acontecimientos editoriales desde hace décadas". Una vez que pudieron leer la historia, la opinión de los críticos no fue ya tan unánime ni laudatoria, pero en lo que sí coincidieron es en destacar el cambio drástico que vive en ella el famoso Atticus Finch, un personaje que en Matar a un ruiseñor era intachable, hasta el límite mismo de la idealización, en su manera de afrontar el racismo y las tensiones sociales del Estados Unidos sureño de los años 30 que reflejaba la novela. En la nueva obra, Finch, aquel protagonista con rasgos heroicos, pasa de luchar por los derechos de la población negra a ser un anciano intolerante con pensamientos racistas.

Lee, amiga de Truman Capote durante toda la vida, vendió más de 40 millones de ejemplares de Matar a un ruiseñor. Poco después, en 1963, la novela ganó aún más popularidad con la adaptación al cine que protagonizó Gregory Peck, una producción que recibió tres Oscar.

Lee vivía desde hace décadas prácticamente retirada en Alabama, en los últimos años de su vida en una residencia. Siempre fue una persona extremadamente reservada y esquiva para los medios de comunicación. En las escasas comparecencias públicas que realizó, la escritora siempre había negado que existiese una segunda parte de Matar a un ruiseñor, de ahí el debate y las especulaciones que suscitó la repentina aparición en el mercado del manuscrito de Ve y pon un centinela, una historia escrita supuestamente antes, y en la que, aunque comparte personajes y temática con la famosa novela, su acción se desarrolla varios años después.

La editorial de la autora en Estados Unidos, Harper Collins, aseguró que Lee había dado el visto bueno a la publicación del libro, después de mostrarse "sorprendida y contenta" cuando su amiga y abogada Tonja Carter encontró aquel viejo y olvidado manuscrito mecanografiado deVe y pon un centinela.

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