Con el Nobel a Bob Dylan en el centro del debate, esta noche se falla en Barcelona, en un acto presidido por los Reyes de España, el 65 Premio Planeta de novela, que ha batido récords de participación, con 552 originales presentados. El presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, reveló ayer que entre los mismos miembros del jurado "se suscitó un debate sobre la conveniencia o no (de premiar a Dylan) y hubo división de opiniones". Más crítico se mostró el director general de la corporación, Jesús Badenes, que opinó que este año el Nobel de Literatura ha quedado "un poquito desvirtuado".

Las diez novelas finalistas al premio mejor dotado de las letras españolas, según avanzó Emili Rosales en nombre del jurado, difuminan las fronteras entre géneros y entremezclan novela negra con intriga histórica o aventuras. "Las categorías inmóviles de los géneros ya no sirven para el Planeta, ahora se trata de escribir una nueva historia bajo una nueva formulación literaria", especificó Rosales.

Ejemplos de esas nuevas tendencias los deparó el escritor jiennense Juan Eslava Galán, también miembro del jurado, al desgranar las tramas de las diez novelas finalistas, entre las que hay desde una novela de aprendizaje trufada de páginas eruditas y teorías conspiratorias (El marido de la gitanilla) hasta una saga familiar con notas policiacas y tramas sentimentales titulada Sardinas coloradas. La Atenas de la guerra del Peloponeso, la Argentina de Perón a Videla o una Málaga milagrera y supersticiosa donde seis vírgenes han aparecido con lagrimas rojas en los ojos son otros escenarios de las ficciones que aspiran a llevarse los 601.000 euros del Premio Planeta o los 150.250 de la obra finalista.

José Creuheras, quien recordó que "el propio Cervantes ya promocionaba sus obras como buen autor y como debe hacer un editor", recalcó que "la gran amenaza del libro es la piratería, que es un atentado y un desprecio a la cultura, un robo que hace sufrir a todos los integrantes de la cadena del libro, desde los escritores a los libreros". En ese sentido, el presidente del Grupo Planeta consideró que ve en la Administración española "buena voluntad con escaso resultado" contra la piratería y por ello recordó que el Gobierno debe ser "constante" en la protección intelectual y el fomento de la lectura. "Faltan campañas para concienciar y no solo para vigilar", reclamó Creuheras, para quien "una sociedad que lee es una sociedad mejor".

El director general de la división editorial del Grupo Planeta, Jesús Badenes, destacó por su parte que los retos del premio de novela pasan por "ensanchar el número de lectores en España, lo que se puede hacer a través de las redes sociales y explorando otras vías como las producciones audiovisuales". En este sentido, Badenes desglosó que "el 60% de los premios Oscar se rodaron sobre guiones adaptados de novelas publicadas, por lo que se puede decir que el libro es el I+D de la producción audiovisual".

Su balance del sector fue, a todas luces, positivo. "2015 ha sido el primer año en el que el consumo de libros ha repuntado y lo ha hecho un 3%, gracias sobre todo a la ficción y los libros infantiles y juveniles". Una tendencia que se mantendrá en 2016, año que el Planeta espera cerrar con una subida del 2% en las ventas editoriales. Además, en 2017 la corporación desembarcará en Italia con la creación de un nuevo sello en alianza con DeAgostini, su socio italiano en España, que se llamará DA Planeta Libri y, desde Milán, editará a autores locales.

Por último, el Grupo Planeta, que opera tanto en el sector editorial como en el de la comunicación y el audiovisual, anunció que prevé cerrar el ejercicio 2016 con una facturación de unos 3.300 millones de euros, aproximadamente un 10% más que el año anterior.