De libros

Terror moderno y arcaico

  • 'Más allá del espejo'. John Connoly. Trad. Carlos Milla Soler. Tusquets. Barcelona, 2011. 167 páginas. 15 euros.

Irlanda, la verde Erín de los celtas, ha sido fuente de una vasta literatura de terror que va de Sheridan Le Fanu y Bram Stoker a los fantasmas orientales de Lafcadio Hearn y los espectros solitarios, sumidos en una vaga y crepuscular melancolía, que fabuló Oscar Wilde. Ése es también el caso del irlandés John Connolly y su detective Charlie Bird Parker, cuya saga literaria se incrementa ahora con este Más allá del espejo, relato largo o esbozo de novela, donde Connolly recupera los parajes boscosos de Maine, tan frecuentados ya por Lovecraft y Stephen King, y donde vuelve a aparecer algún personaje arquetípico, El caminante, personificación del Mal, tan propio de la serie.

Hemos titulado estas líneas como terror moderno y arcaico, pues en Connolly se concitan, de modo natural, un terror arcano, de naturaleza religiosa, el Bien y el Mal en eterna pugna (y en consecuencia, voraces criaturas del Ultramundo) y un miedo netamente moderno, cual es el miedo a la violenta arbitrariedad, a la fúnebre liturgia de los asesinos en serie. Basta leer a De Quincey y su Del asesinato considerado como una de las bellas artes, para conocer el espanto sin nombre que en el invierno de 1812 causó un tal John Williams tras asesinar a martillazos, sin mayor motivo (quizá algunos peniques, como excusa), a una familia londinense. Desde entonces, esta ominosa figura ha medrado mucho, y el John Grady de Connolly, asesino de niños, no es más que el nudo atávico donde el autor irlandés vincula este fruto de la modernidad con las antiguas fuerzas de la Creación.

En cualquier caso, no es ésta la mejor obra de Connolly. Como dijimos más arriba, se trata de un esbozo de novela donde, tras insinuar la presencia del Mal, la historia se precipita y se solventa con urgencia. El mejor Conolly se encuentra en Todo lo que muere y El camino blanco. Allí, los muertos y los vivos se confunden en la común, en la amenazadora tiniebla.

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