Eduardo Sacheri | Escritor

"La corrección política siempre acaba en el callejón del puritanismo"

  • El narrador argentino, autor de títulos tan conocidos como 'El secreto de sus ojos' o 'La noche de la Usina', regresa con la novela 'Lo mucho que te amé'

Eduardo Sacheri (Buenos Aires, 1967), en una visita a Sevilla.

Eduardo Sacheri (Buenos Aires, 1967), en una visita a Sevilla. / José Ángel García

Conversamos en una céntrica plaza sevillana con Eduardo Sacheri, que se dio a conocer gracias a La pregunta de sus ojos, posteriormente El secreto de sus ojos por la versión cinematográfica dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Ricardo Darín, durante una tarde de nubes y sol, de encrucijada temporal, entre el invierno y la primavera. Metáfora climática de la Argentina de siempre, entre lo que fue, lo que será y lo que pudo haber sido. Patria de amor y dolor, de rechazo y abrazo, pasión y quebranto, tal y como han cantado, narrado o recitado tantos creadores de allí originarios.

Las de los 50 y 60 fueron décadas especialmente convulsas en Argentina. A su inestabilidad habitual, hay que sumarle el enfrentamiento entre peronistas y posperonistas, que desembocó en el golpe de estado de 1955, y el enconado enfrentamiento entre los seguidores de Frondizi y Balbín. Encrucijada, social y política, pero también personal, la que vive Ofelia, la protagonista de Lo mucho que te amé (Alfaguara), la nueva novela de Eduardo Sacheri (Castelar, Buenos Aires, 1967). En este sentido, el novelista señala que "todas las personas inscribimos nuestras vidas en un espacio personal, familiar, pero también en la colectividad de un país. A mí, particularmente, me gusta que mis personajes se sitúen sobre una plataforma sociohistórica determinada. Es decir, no me gusta construir personajes sobre el aire. La elección de la época la hago por motivos argumentales, y me interesa que Ofelia viva en esa época que no es para nada feminista. Tomada esa decisión argumental, y habiendo escogido esa época, es casi inevitable que el peronismo y antiperonismo surjan en las conversaciones familiares. Y siendo una familia de clase media próspera, es lógico que la mayoría sean antiperonistas".

La historia de su país tiene un peso muy importante en Lo mucho que te amé, pero también la de su propia familia. De hecho, Sacheri reconoce abiertamente que "me apoyé mucho en la memoria familiar. Mi madre tiene la edad de Ofelia. Y si bien mi niñez es de los 70, la tertulia de mi madre, de mi tía y de mi abuela, con el añadido de mi hermana y mi prima, me fue extremadamente útil para construir esas voces, no sólo desde un punto de vista formal, también emocional. Y las discusiones de mi padre con mis tíos son las mismas discusiones que las discusiones de los 50, porque en Argentina se discute siempre sobre el peronismo. Aunque hoy se llamen prokirchner o antikirchner, seguimos en el mismo sitio".

"Nuestras vidas, y mis libros, suceden en un espacio personal, pero también en la colectividad de un país"

Ofelia, a su modo, sin estridencias, al menos públicas, lucha contra lo que debería ser y por lo que le gustaría que fuese. Un acuerdo interior que requiere de renuncias y entregas, y que puede suponer un alto precio. Para Eduardo Sacheri, la protagonista de su novela "no tiene un programa previo. Tengamos en cuenta que en ese tiempo había que ser muy de vanguardia para poder tener un programa como el que ahora plantea el feminismo. Lo de Ofelia es una construcción de emergencia, que además le supone una enorme angustia. Hoy, una chica feminista se siente legitimada en sus decisiones, mientras que Ofelia va a tientas".

Tal y como reza en su título, Lo mucho que te amé, en la nueva novela del argentino Sacheri el amor ocupa un lugar fundamental, como un espacio sin fronteras, donde la pertenencia, la exclusividad o el género son términos secundarios, no determinantes. Eduardo Sacheri entiende que "nuestras vidas siempre van enfrentándose a grandes desafíos morales, y aunque suene ampuloso siempre es un enfrentamiento entre el bien y el mal. Trasladado este conflicto a una esfera mucho más íntima, Ofelia se plantea: cuál es el límite de mi deseo y hasta dónde puedo llegar sin hacer daño a quien amo". Reconoce el escritor argentino que ha corrido evidentes riesgos con esta novela, desde su título, que "casi se puede entender como una provocación", así como durante su redacción, "no quería precipitarme en el melodrama". Riesgos, en cualquier caso, que asumió premeditadamente, "en estos tiempos de corrección política tan agobiante, si no vamos a correr ningún riesgo con la literatura cerremos la persiana y no escribamos más", ya que reconoce sentirse aburrido de "esta epidemia de corrección política, que acaba siempre en el callejón del puritanismo".

Eduardo Sacheri. Eduardo Sacheri.

Eduardo Sacheri. / José Ángel García

Como guionista, Sacheri ha participado en el libreto de El secreto de sus ojos, película que obtuvo, entre numerosos galardones, el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, y en el de La odisea de los giles, adaptación de La noche de la Usina, obra con la que ganó el Premio Alfaguara en 2016. "Como guionista mi rol es absolutamente diferente; lo hago porque me interesa que ciertas cosas sean respetadas, aún a sabiendas de que es muy complicado el respetar ciertas esencias. Al hacerlo, soy consciente de que me meto en camisa de once varas. Imagino que le pasaría lo mismo a cualquier persona acostumbrada a un trabajo solitario, al pasar a un trabajo tan colectivo como es el cine. Lo siento más como un desafío emocional que profesional, ya que tienes que ejercer habilidades para las que no estás listo: negociar, discutir, argumentar, consensuar, perder, sí, perder. Por tal motivo, también lo entiendo como una lección de humildad". Confiesa Sacheri que "construyo mis novelas desde lo visual, cuento lo que veo", pero, sin embargo, "no sé si mis novelas son visuales, tiene que ser alguien de ese mundo el que lo diga". Reconoce el autor bonaerense que "el Oscar me ayudó mucho, pero no inmediatamente. Pasado un tiempo, impulsó enormemente mis libros, especialmente fuera de Argentina. El Oscar es una enorme carta de presentación, que te ofrece buenas oportunidades de trabajo".

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