Baloncesto | Tokio 2020

Tokio 2020: Juancho Hernangómez, el jugador número 13

Juancho, durante el calentamiento del equipo español antes del debut olímpico.

Juancho, durante el calentamiento del equipo español antes del debut olímpico.

De la decepción de quedarse fuera de sus primeros Juegos Olímpicos a última hora, al compromiso fuera de la pista. España cuenta en Tokio 2020 con 13 jugadores porque Juancho Hernangómez es uno más en La Familia. Y pretende seguir siéndolo hasta el final.

El madrileño ha sido protagonista, muy a su pesar, de la gran disrupción previa al debut del equipo español en el torneo olímpico. Después de lesionarse en el tercer amistoso de preparación, el primero de los dos contra Francia que se jugó en Nigeria, su participación había sido dada por perdida por lo que inicialmente fue diagnosticado como una luxación acromioclavicular grado 4-5 en el hombro izquierdo.

Sin embargo, unas declaraciones de Pau Gasol cinco días después, en la Gala del Baloncesto Español, abrieron un inesperado camino a la esperanza. "La puerta no está totalmente cerrada", dijo el interior. El jugador había solicitado una segunda opinión, de acuerdo con la Federación Española de Baloncesto (FEB) y con su equipo, y el diagnóstico había rebajado la gravedad.

En un esfuerzo contra el reloj, el menor de los Hernangómez cambió la cirugía por un tratamiento de fisioterapia, viajó a Las Vegas (EEUU) con el equipo que jugó un amistoso contra Estados Unidos y su movilidad fue revisada por los médicos de los Timberwolves, aunque por videoconferencia, según explicó después el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Jorge Garbajosa. Tenía el visto bueno y viajó a Tokio.

La sorpresa se produjo el día 23. La franquicia de Minnesota, según el relato de Garbajosa, se descolgó con un no rotundo en el último momento previo a confirmar la lista de jugadores que competirían. No sirvieron las negociaciones, los seguros, ni la mediación.

Juancho Hernangómez estaba fuera de los Juegos, el mismo día en el que había desfilado en la ceremonia de apertura y había compartido en su perfil oficial de la red social Twitter una imagen con su hermano Willy. "Feliz de poder vivir unos Juegos en familia". La instantánea, irónicamente, fue compartida también por el perfil de los Timberwolves, con el mensaje: "Hermanos, olímpicos".

La FEB comunicó la situación al día siguiente, asegurando que hasta la negativa del 23 habían recibido por parte del equipo americano "un claro y expreso sí", según dijo Garbajosa. La explicación del equipo estadounidense fue que Hernangómez necesitaba "tiempo para recuperarse de su lesión", según un comunicado.

Para el jugador fue un mazazo. "Está triste, pasando un momento difícil, es un golpe muy duro", dijo el sábado Garbajosa. El vestuario compartía su enfado y su frustración. "No se ha hecho justicia con él", coincidieron el capitán Rudy Fernández y el seleccionador Sergio Scariolo en la víspera del estreno ante Japón.

UNO MÁS EN EL PARQUÉ... HASTA QUE COMIENZA EL PARTIDO

Asumido el golpe, Juancho se presentó en el Saitama Super Arena como uno más. Vestido con el chándal de la selección, saltó al parqué en el calentamiento y daba balones a sus compañeros en la sesión de tiro previa al debut olímpico.

Bromeó con unos y con otros, que le arropaban como si fuera un partido más, aunque sobre la pista ya estaba su sustituto, Xabi López-Arostegui, que en cuestión de horas había pasado del avión al campo. En unos días tuvo que ponerse en modo Juegos, con pruebas PCR encadenadas y trámites a la carrera. Pero llegó, e incluso disputó algunos minutos en el estreno español.

Una vez el balón se puso en el aire, Juancho pasó a la grada. Ubicado en la fila más próxima al parqué, enfrente del banquillo español y junto a otras dos personas del equipo técnico, se convirtió en el primer hincha de la selección española en el enorme Saitama Super Arena, que en su mayor capacidad puede albergar 37.000 espectadores, ausentes en estos Juegos.

En el pabellón vacío, y pese al murmullo enlatado que la organización ha decidido reproducir durante cada partido para generar alguna sensación de público, los jugadores españoles tuvieron a un seguidor de excepción, un Juancho que les hacía sentir sus ánimos con gritos desde la primera fila.

"Se lo oía desde la grada gritar en defensa y ataque, son cosas que no se ven, no salen en las estadísticas, pero todo suma para ganar", explicó tras el encuentro Víctor Claver en la zona mixta del Saitama Super Arena. "Juancho es muy importante, y lo demuestra estando aquí incluso sin jugar, es una señal de lo que significa la selección, del compromiso de todos, aunque no juegue quiere estar aquí y es lo más importante", añadió el alero valenciano.

Coincide Sergio Rodríguez: "Para nosotros es importante que esté y para él también formar parte del equipo. Es un tío alegre y nos viene bien que esté con nosotros", apuntó el jugador canario tras la victoria por 69-73 contra el equipo nipón.

La plantilla le pidió que se quedara, y Juancho no lo dudó un segundo. En el seno del equipo español esperan que pueda estar con sus compañeros hasta que acaben los Juegos. Ahora es el jugador número 13, y quiere serlo hasta el final de Tokio 2020.

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