El brasileño Vinícius Junior volvió a aparecer como el halo de esperanza del Real Madrid. Cuando más sufría el conjunto blanco, corriendo detrás del balón ante la posesión del Manchester City, 'Vini' se inventó un registro más en su fútbol que mejora día a día; un disparo fuerte desde fuera del área ante el que Ederson no pudo hacer nada.

Nunca antes visto este recurso en un futbolista que acostumbra a ser más peligroso en el uno contra uno y cuando pisa el área, donde cada movimiento suyo genera pánico en las defensas rivales.

Sin embargo, esta no fue una de esas noches que acostumbra a tener Vinícius. Kyle Walker fue su sombra. Ya le marcó con maestría la temporada pasada en la vuelta de semifinales, y el Manchester City sufrió sin él en la ida; primero con Stones y luego, con la lesión de éste, con Fernandinho.

La lesión de Nathan Ake le abrió las puertas de una titularidad que, aun así, apuntaba a tener, y se demostró como uno de los grandes defensores ante un jugador casi imparable en la actualidad.

Lejos del nivel superlativo tres días antes en la final de la Copa del Rey y de estar en el foco de las protestas y la polémica. Pero 'Vini' volvió a ser decisivo. Y acabó con un abrazo con su defensor en una muestra de respeto rara vez vista cuando disputa una competición doméstica.

Una pared de Camavinga y Modric en salida de balón le abrió espacios a un Real Madrid que no perdonó. Después de estar 36 minutos más preocupados de tapar huecos ante el dominio 'citizen', el conjunto blanco tuvo una vía de escape, y no perdonó.

Disparo duro de Vinícius desde la frontal, mientras los defensas reculaban esperando que intentara el regate para progresar, y un 1-0 que cambió la energía de un estadio Santiago Bernabéu hasta el momento apagado, preocupado por el poco protagonismo de los suyos.

El brasileño metió de lleno a los suyos en el encuentro y hace que el sueño de llegar a la final de Estambul, aunque el 1-1 en el encuentro denote la igualdad entre ambos, no se antoje tan lejano ante un, a priori, todopoderoso Manchester City.

Y es que igual que Haaland provocaba miedo, también lo hace Vinícius. Y los números están de su lado. El '20' madridista ha marcado o anotado en sus últimas once titularidades en la Liga de Campeones; la competición donde los grandes jugadores demuestran ser tal y que ya pudo levantar la pasada temporada con, precisamente, un gol suyo en la final frente al Liverpool.

Una instancia que el conjunto blanco está a un encuentro en Manchester de alcanzar y para la que 'Vini' es el líder indiscutible del equipo, como la pasada campaña lo fue el francés Karim Benzema.

Siete goles -tercer máximo realizador empatado con Mbappé y solo a uno de Salah- y seis asistencias en 'Champions'. Es decir, participación directa en 13 goles, los mismos que Haaland (12 tantos y un pase de gol) en la presente edición.

Dos de los mejores jugadores del mundo que se midieron por primera vez este martes en el Santiago Bernabéu y que lo volverán a hacer en el Etihad. De momento, el primer asalto fue para el brasileño y la batalla continuará en ocho días.