Eurocopa

El campeón abdica, Bélgica gana (1-0)

Cristiano Ronaldo, durante el encuentro.

Cristiano Ronaldo, durante el encuentro. / E. P.

El trono de la Eurocopa tendrá un nuevo ocupante. Bélgica se impuso al actual campeón, Portugal, en el duelo más atractivo a priori de los octavos de final y se ganó el derecho a seguir con la ilusión de coronar a una generación de futbolistas difícilmente irrepetible. Les bastó con un disparo del menor de los Hazard, de Thorgan, para decidir el litigio.

Fue una mezcla de virtud del pequeño Hazard y también, por qué no decirlo, de dádiva de Rui Patricio. Es cierto que los balones los construyen cada vez más culebreantes y éste estuvo particularmente gracioso, pero los porteros están para eso, para hacer ese tipo de paradas, sobre todo si son internacionales y con mucho nombre. El balón, finalmente, entró casi por el centro ante la impotencia del meta que ha defendido al Wolverhampton.

Todo acontenció en el final de una primera parte que se asemejó mucho más al balonmano que al fútbol. La pelota iba de un lado a otro en perfectas conducciones de ambas escuadras, cada una tenía su ratito para ello, pero en muy escasas ocasiones llegaban a conectar con el pivote, léase Cristiano Ronaldo o Lukaku.

No era extraño, por tanto, que el cero a cero figurase en el electrónico del Estadio de la Cartuja, con un césped más que decente todo sea dicho en un paréntesis. Lo máximo que se pudo saborear fue un golpe franco botado por Cristiano Ronaldo con su violencia habitual. Courtois lo sacó con efectividad, pero con semejante potencia no pudo agarrarlo y por ahí pudo venir el peligro.No fue así, todo siguió igual, con una Bélgica bien plantada con tres centrales y todas sus principales estrellas a pesar de no estar en su mejor momento físico algunas de ellas, particularmente Eden Hazard y Witsel, aún de pretemporada y poniéndose en forma por si vienen citas má trascendentes.

Pero el gol del pequeño de los Hazard lo cambió todo, lógicamente. Portugal no podía especular y tuvo que apretar fuerte en busca de las tablas. Bélgica se iba quedando sin fuelle y más aún cuando De Bruyne volvió a marearse no más arrancar el segundo periodo. Entraba Mertens por él, los suyos ganaban, teóricamente, en velocidad, pero perdían, y mucho, en lo referente al control.Portugal cada vez jugó más cerca de Courtois, debió empatar en varias ocasiones, primero con un cabezazo franco y, sobre todo, en un disparo desde el borde del área de Guerreiro con su pierna derecha, paradójicamente. El palo lo repelió y dejaba un tramo final tan incierto como pesado para los actuales campeones, que ya tenían en el campo a André Silva, Joao Félix y toda la munición posible.

Roberto Martínez, tardó, pero decidió acercarse al once contra once cuando reemplazó a su estrella, Eden Hazard, por Yannick Carrasco. Y no era paridad del todo porque el físico de Witsel también había dicho basta. Literalmente, casi se caía con el balón.

Pero Bélgica, con la serenidad que transmite siempre Courtois, supo aguantar hasta el minuto 95. El campeón se despide de la Eurocopa, se busca heredero para el trono y Bélgica evidenció en Sevilla que es uno de los candidatos para ocuparlo.

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