Fútbol | Tribunales

"Una estafa y un partido simulado"

  • El fiscal relata el proceso de amaño en el Levante-Zaragoza

El fiscal Pablo Ponce relató ayer el procedimiento por el que, según su versión, se produjo el amaño en el partido entre el Levante y el Zaragoza en 2011 y que provocó la permanencia en Primera del club aragonés después de haber abonado a los jugadores del Levante 1,7 millones de euros, cantidad que ha sostenido que fue para comprar un encuentro "amañado, simulado y que fue una estafa".

El fiscal realizó una larga intervención, de más de tres horas, para sostener su acusación e insistió en distintos momentos en que el Zaragoza "compró el partido" ante el Levante, "que fue una estafa y un partido simulado y amañado" y también precisó que para eso necesitó la colaboración de sus futbolistas, que, según Ponce, en la semana previa al encuentro "estaban más preocupados por los maletines que por ganar el partido".

El Zaragoza, como recordó el representante del Ministerio Fiscal, no pudo aportar los recibís de las supuestas entregas del dinero en efectivo, y que ascendió a 765.000 euros, en concepto de unas presuntas primas por la permanencia a sus futbolistas, y recordó que todos los implicados declararon en sus respectivos interrogatorios que "nunca habían cobrado dinero en efectivo".

En su intervención, el fiscal dijo que "el dinero sale del club sin ninguna obligación contractual" y, al respecto de las escasas explicaciones que dieron los futbolistas del Zaragoza durante su interrogatorio, ironizó que "para qué voy a pedir un recibí si la cúpula del Real Zaragoza sabe para qué es el dinero". El fiscal explicó que los 965.000 euros que salieron de las cuentas del Zaragoza en distintas transferencias a futbolistas y miembros del cuerpo técnico del vestuario aragonés fueron "ennegrecidos" y "se perdió su rastro" y las explicaciones de aquellos que lo recibieron "no se sustentan en ningún dato objetivo".

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