Cuando el termómetro de globo de bulbo húmedo (Wet Bulb Globe Termomether, WBGT) marque 28 grados en Doha durante los Mundiales de atletismo (del 26 de septiembre al 6 de octubre), una bandera negra aconsejará posponer o cancelar la prueba, según el código de la Federación Internacional (IAAF), pero será una recomendación que el director de competición, en posesión de la última palabra, deberá gestionar.

La temperatura medida con el WBGT no es la que registran los termómetros callejeros, sino una relación entre la humedad, la temperatura ambiente y la velocidad del aire, en ausencia de radiación solar. Rumores alarmistas no dejan de propalarse a medida que se acerca el comienzo de los campeonatos. Se habla de una posible suspensión del maratón femenino, previsto para el viernes a las 23:59 hora local, y de los 50 km marcha (el sábado a las 23:30 hora de Doha), pero el desmentido es tajante: "La IAAF no ha considerado posponer o cancelar ningún evento en los Campeonatos del Mundo. Hay planes de contingencia para todos los escenarios posibles, pero ninguno se ha activado".

La combinación de calor y humedad en que habrán de competir los atletas en la capital qatarí ha encendido todas las alarmas y los equipos. En sus 16 ediciones anteriores los campeonatos nunca habían terminado después del 6 de septiembre. La decimoséptima convocatoria, sin embargo, entrará de lleno en el mes de octubre, para minimizar los riesgos. Muchos recuerdan con horror el calor húmedo asfixiante de Osaka en 2007, y sin embargo en la ciudad japonesa no se alcanzó ese nivel fatídico de 28 grados medidos con el WBGT. Tampoco sucedió, aunque se rozó el límite, el año pasado durante los Europeos de Berlín. La víspera de los 20 kilómetros marcha, en la que España hizo doblete con María Pérez y Álvaro Martín, se hubiera mostrado la bandera negra, pero al día siguiente alivio de los organizadores, la temperatura bajó.

Los responsables qataríes han tenido que trabajar a fondo para remodelar el estadio Khalifa, totalmente cubierto, y dotarlo, mediante grandes toberas, de un sistema de aire acondicionado que permitirá mantener la temperatura en torno a los 25 grados, aun cuando fuera el termómetro marque 40. Curiosamente, el calor no perjudica, sino al contrario, a los especialistas en pruebas explosivas, esfuerzos de hasta 30 segundos: 100 y 200 y concursos de saltos y lanzamientos.