Tenis

Agassi confiesa que consumió drogas

  • El ex jugador revela las confidencias de su carrera en un libro

La imagen inmaculada, casi angelical, de Andre Agassi quedó manchada ayer al revelarse parte de su autobiografía, en la que confiesa el uso de drogas. El ex tenista, retirado en 2006 tras un exitosa carrera y casado con la también ex jugadora alemana Steffi Graf, admite en Open, cuyos principales pasajes aparecieron ayer en varios diarios de todo el mundo, que consumió en 1997, durante su más grave crisis deportiva, el estimulante Crystal Meth (metanfetamina).

Sólo una carta llena de mentiras enviada a los rectores del circuito ATP impidió una sanción, asegura en el libro que sale a la venta en EEUU el 9 de noviembre. Además, según informa el diario alemán Bild, que publicaba ayer una parte del libro, el padre de Agassi, Mike, le dio antes de torneos el estimulante rico en cafeína exedrina e incluso la droga sintética speed.

"No puedo hablar de adicción, pero muchos dirían que si se usa algo como una huida se tiene un problema", dijo el ex jugador de Las Vegas a The New York Times.

A Agassi no le preocupa la reacción de sus fans ante las revelaciones: "Me he puesto el corazón en la boca y mis sentimientos siempre estuvieron escritos en mi cara. En realidad encontré muy emocionante poder contar toda la historia al mundo". El ganador de ocho torneos de Grand Slam, campeón olímpico en Atlanta 96 y tres veces vencedor de la Copa Davis con Estados Unidos cayó a final de 1997 al puesto 141 del ranking y tuvo que jugar torneos challenger de segunda clase.

Entonces, un asistente, Slim, le ofreció Crystal Meth. "¿Sabes algo? A la mierda. Vamos a irnos arriba", dice Agassi en el libro, escrito en primera persona. "Entonces esnifé la peligrosa sustancia", agrega. "Nunca me había sentido tan vivo, tan esperanzado", explicó a The New York Times. Luego no durmió durante dos días, consecuencia de la droga.

En 1997, encontrándose en el aeropuerto de La Guardia, recibió la llamada de un médico de la ATP, que le informó de un caso positivo. "Mi nombre, toda mi carrera, todo está en juego. Lo que he logrado, todo para lo que he trabajado podría no significar nada", pensó Agassi. Dos días más tarde mintió en una carta a los responsables del circuito. "Dije que fue un descuido, que bebí de la copa de soda de mi amigo Slim y que de forma involuntaria su droga pasó a mí", explica en la autobiografía. La carta, según Agassi, "estaba llena de mentiras con algunos puntos de verdad".

Pidió clemencia y la ATP eludió sancionar al tenista. El médico de la ATP le dijo que se podía enfrentar a una sanción de tres meses al tratarse de una droga recreativa. "Me siento avergonzado, por supuesto. Me prometo a mí mismo que esta mentira (la carta) es el final. La ATP revisó el caso y lo desechó", escribe Agassi. Pasado el caso, su reacción fue querer purgar su culpa y lo hizo con un desesperado deseo de limpiar su casa.

Agassi, de 39 años, también habla de su corto y turbulento matrimonio con la actriz Brooke Shields y de su relación con Graf, de la que se enamoró en Roland Garros en 1998. Ese año, regresó de nuevo a los 10 primeros del ranking y en 1999 ganó Roland Garros y el US Open y acabó como número uno del mundo. Pasó a ser uno de los jugadores más discretos y espirituales del circuito. Es uno de los seis jugadores que ha ganado los cuatro grandes. Su carrera terminó hace tres años tras 1.144 partidos con una derrota en la tercera ronda del US Open de 2006.

La ATP eludió ayer la responsabilidad en este caso: "Nuestra política siempre ha sido no comentar resultados de análisis antidoping hasta que no haya una violación", dijo un portavoz de la ATP.

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