La selección española tratará de alcanzar (17:45) en el impresionante Beogradska Arena de Belgrado su cuarta final en un campeonato de Europa ante Dinamarca, que el pasado año la apeó de la final del Mundial de Suecia.

Esa circunstancia dota de un cierto tono de revancha un duelo al que los de Valero Rivera llegan en mejor momento. De hecho, la presencia de los nórdicos en la lucha por las medallas puede considerarse toda una sorpresa, dados los cero puntos con los que arrancaron la segunda fase del torneo tras perder con Serbia y Polonia.

Sin embargo, la reacción de los daneses, que lograron vencer sus tres encuentros de la segunda ronda (Macedonia, Alemania y Suecia) y la debacle germana, que dejó escapar dos posibilidades de asegurarse la semifinal, les permite luchar por un oro que ya conquistaron en 2008, en Noruega.

Una reacción en la que ha tenido un papel fundamental la entrada en el equipo del central Bo Spellerberg, que se perdió los dos primeros encuentros por lesión y que dotó al ataque danés de la claridad de la que careció bajo la dirección de Thomas Mogensen y el jovencísimo Rasmus Lauge.

Esa claridad de ideas beneficia el juego de Mikkel Hansen, quien en los tres últimos encuentros anotó 21 tantos, una efectividad que le permite aspirar al trofeo de mejor jugador del mundo. Pero Hansen no será el único peligro para España, ya que hay que tener en cuenta el poderoso lanzamiento del joven cañonero del Atlético de Madrid Nikolaj Markussen. El lanzamiento exterior le sirve para paliar la pérdida de potencial que suponen las ausencias por lesión de los pivotes Michael Knudsen y Jesper Noddesbo, a los que tienen la difícil misión de sustituir los hermanos René y Henrik Toft Hansen.

La selección española tendrá que mostrarse más sólida que nunca en defensa, alternando el 5-1 con un profundísimo 6-0 para evitar los lanzamientos lejanos. Excelencia a la que también se verá obligado en ataque, cada vez más fluido en esta faceta, si no quiere caer víctima de peligrosísimo contragolpe danés. Los de Valero Rivera deberán añadir la máxima precisión en el lanzamiento si quiere batir al excelente portero Niklas Landin, una de las claves de la derrota española en la semifinal mundialista .