Volvió la calma en los verdes. Cuando los nervios y las dudas previas a un partido se disipan en cuestión de minutos, todo fluye mejor. Cuando el equipo está dolido por los últimos resultados, lo más oportuno es resolver por la vía rápida. Y así lo ha interpretado el Meridiano Antequera, que tras dos derrotas consecutivas venció al Amenabar ZKE por 34-24, logrando así el primer triunfo de la temporada como locales. Los vascos pagaron los platos rotos. Ni especuló, ni dudó un segundo. El cuadro antequerano salió a por todas, dispuesto a resolver lo antes posible. Con Alberto Castro como novedad en el septeto inicial y Alexis en el extremo izquierdo, los verdes pusieron un rápido 3-0 en el electrónico. La defensa y las salidas en segunda oleada fueron claves en los primeros instantes del envite. Cómodamente situados, la actividad ofensiva fue mejorando paulatinamente. Y aunque también hubo errores de lanzamiento, la defensa y la portería minimizaba en cierto modo esos fallos.

Con 8-4 el técnico vasco pidió tiempo muerto en un intento por reconducir la situación. De ahí se pasó a un 10-6 cuando aún restaban diez minutos para el descanso e Izquierdo iniciaba el turno de rotaciones en el conjunto local. La brecha fue en aumento y en el ecuador del envite todo quedaba visto para sentencia (16-10).

Los verdes no bajaron la intensidad tras el descanso. El Amenabar lo intentó abriendo su sistema defensivo cuando dispuso de alguna superioridad numérica pero volvía a mostrarse débil atrás. La renta se disparó (25-16 minuto 34) y el entrenador vasco tuvo que recurrir nuevamente al tiempo muerto. Sin la presión del resultado los andaluces jugaron a placer. A diez minutos para el final volvieron las rotaciones, Redondo jugó algunos minutos en ataque, Quintana volvió a comandar las ofensivas locales tras varias semanas de inactividad y se logró la máxima renta del encuentro (32-20). El partido fue muriendo lentamente en el intercambio de goles hasta finalizar con un contundente y definitivo 34-24.