Lo que otrora parecía imposible, a día de hoy cobra una nitidez deslumbrante. El Antequera, de la mano del argentino Óscar Mena, tiene la zona de liguilla a un partido de distancia y esta tarde comienza el asalto.

La quiniela es complicada por varias razones. La primera, el rival, un Carboneras que, con la amenaza del descenso acosándole, se juega la temporada en cada envite. La segunda, la que probablemente le impida despertarse mañana en plaza de ascenso, es una compleja ecuación de resultados. Tienen que perder Ciudad de Vícar, Atlético Malagueño, Comarca de Níjar y Almería B, cuarto clasificado y con siete goles de ventaja sobre los de El Torcal en el average.

Alzarse hasta los 41 puntos sería, en cualquier caso, un trampolín para los de Mena, que encuentran en su futuro más próximo dos partidos contra equipos de la zona media-baja con los que apuntalar las tres victorias seguidas con las que acuden a Almería.